3 de junio de 2008

Sesión VIII-B


... continuación de la entrada anterior ...)
Segunda semana de Octavus de 1.669 ...

El tiempo se esta despertando y los vientos han ganado fuerza a medida que nos acercábamos a destino. Aun bajo el amparo de la ligera nieblina y la distancia podemos reconocer el Sea Wolf afondado en una de las playas del islote.
La isla no es mas que un pequeño pedazo de tierra en mitad de la nada, del que emerge un gran pico rocoso e inclinado, desafiando la gravedad. Al levantar la vista hacia cielo, comprobamos como las nubes se están arremolinando caprichosas, alrededor del islote, como si se tratara del ojo de un huracán. Espiando con la ayuda del catalejo, se distinguen algunos marineros en la playa. Parecen estar arodillados, aturdidos y como rezando hacia la cima de la montaña.

Segun lo acordado, el capitán Wolf se acerca directamente hacia su antiguo barco. Yo tomo una ruta de flanqueo, usando la propia sombra de la isla para hacer pasar el Geist von Reiner lo mas desapercibido posible. Si hay problemas, atacaré por el flanco usando el factor sorpresa.
La sorpresa no tarda en aparecer. Las detonaciones que producen los cañones del Halcón no se confunden con los truenos que bailan por los cielos. El vigía es el primero en informar; - Están disparando contra los marineros de la playa ! ... Eso es una masacre.

Afondamos el barco en una cala discreta y dejo a Mortero al mando. En caso de problemas, seguramente sabrá manejar la situación mejor que yo. Le dejo las indicaciones de que; Si las cosas se pones peligrosas para la tripulación o el barco, que tome las decisiones apropiadas para salvar la situación.
Al resto de los marineros les comento claro y sin rodeos que necesitaría una docena de voluntarios. Que es posible que la situación se ponga "delicada" y no quiero nadie que no venga por su propio pie.

No debí haber dudado de su valía ni agallas. Al darme la vuelta, puedo ver a dos docenas de aguerridos soldados. Son un buen puñado de orgullosos Eisenos después de todo. ¿ Eisenos ? ... Me sorprendo a mi misma al sentirme por primera vez, realmente orgullosa de la sangre que corre bajo mi piel. Soy una Eisena.

A paso ligero, tardamos un rato hasta que llegamos a la playa donde descansaba el Sea Wolf. La tripulación del capitán Dylan y el Ciego ya están trabajando para liberar y llevar a alta mar el antiguo barco de esa curiosa pareja. Por la playa, aun yacen pedazos de metralla y marineros, esparcidos por todas partes. Algunos están tan mutilados que no deben ni haber tenido tiempo de darse cuenta que se morían.
- Ahí, se acercan unos botes !! - Alerta alguien. Hasta el último de los que estamos en la playa, giramos la vista hacia el Oeste. Efectivamente, media docena de botes están afondando al otro extremo de la playa y pelotones de hombres saltan al agua para cruzar los pocos metros que les separan de la arena. Sin pararse ni un instante, se acercan a nosotros a paso ligero y algunos impacientes han desenvainado ya sus armas. Dejando claro a quien aun pudiera tener dudas, de cuales son sus intenciones.
- Al suelo !!, corred hacia los arboles - ordeno a mis hombres. Con suerte, y en la distancia, no se dan cuenta de nuestra maniobra y podemos conseguir la ventaja de la sorpresa. Los marineros del capitán Wolf buscan cobertura tras sus propios botes y algunos empiezan a preparar sus mosquetes.

Como un macabro redoblar de tambores, los mosquetes y pistolas de ambos bandos se disparan al mismo tiempo, dejando tras de si densas nubes de humo blanquecino. Instantes después los primeros gritos de los heridos se pueden oír en cada uno de los bandos. La carga ya es inminente y a mi señal, junto con mis hombres, salimos de la vegetación para machacar directamente su flanco. La tripulación de Wolf y el Ciego saltan de detrás los botes y cargan frontalmente.
Los primeros minutos resultan nefastos. Me lanzo directo al corazón del grupo atacante y no tardo en comprobar, ciertamente con un poco de miedo, que he conseguido lo que buscaba. Tengo enemigos por todas partes. Los dos primeros caen rápidamente cuando consigo asestar un violento golpetazo con mi ancla. Tras esa pequeña presentación, logro que los demás se mantengan un poco al margen y se lo piensen un par de veces antes de atacarme. Desde mi avanzada posición, distingo claramente uno de los oficiales. Sus gritos y ordenes le delatan. Debo acallar a este bastardo.

La mandíbula se le rompe y el cráneo se deforma soltando pedazos de hueso, carne y uno de los ojos que sale de su cuenca. El oficial ya no dará una orden mas. Sonrío para mis adentros mientras un mi muslo izquierdo se queja por la profunda herida sangrante que empieza a empapar los pantalones. Supongo que habría sido demasiado pretencioso esperar que el oficial defendiera con uñas, dientes y su sabre.
A pesar de eso, la carga atacante estaba bien organizada y están arrollando a nuestros hombres hacia la playa. Me encuentro prácticamente aislada en mitad del la batalla, he he precipitado en mi ataque y he dejado atrás a mis hombres.

(... continuaré mas tarde ...)


No hay comentarios: