18 de octubre de 2007

Geist von Reiner

Supongo que mejor no me encapricho micho con ese barco, pues me veo a venir que pronto sera el hogar de un montón de peces. A pesar de todo, no tengo mucho mas que hacer y debido al implante en una muela que intentaron ponerme hace unos días, tampoco tengo ganas de hacer muchas cosas.
Aun así, me he entretenido contando las posibles estadísticas del navío. Partiendo de la base de 20 puntos, unos 12.000 gremiales.

--- Clase (CORSAIR)---

    - Casco HP: 40
    - Veles HP: 25
    - Velocidad: 4
    - Maniobra: 4
    - Tamaño: 1
    - Carga : 9.000 Kg.
        · Comida : 1.000 Kg.
        · Botes : 2x 1.000 Kg.
        · Pólvora : 2.000 Kg. (240 disparos)
    - Cañones
        · Babor : 8
        · Estribor : 8
    - Cañones de cubierta
        · Babor : 1
        · Estribor : 1
    - Tripulación : 78 personas
        · Minimo: 6 personas
        · Maxima: 90 personas
    - Velocidad de crucero: 110 millas/día
    - Modificaciones :
        · Mejorar resistencia del casco x3
        · Mejora resistencia de las velas x2
        · Marineros bien entrenados
        · Marineros diestros en combate
        · Capacidad carga inferior
        · Capacidad pasaje inferior
    - Coste mantenimiento: 412 gr./mes
    - Sueldos tripulación: 1.069 gr./mes
        · 58x Marinero(3*): 58x13 gr./mes
        · 10x Artillero Naval(3*): 10x13 gr./mes
        · 3x Maestro Artillero Naval(3): 3x15 gr./mes
        · 1x Maestro Carpintero(3): 15 gr./mes
        · 1x Maestro Cartógrafo(3): 15 gr./mes
        · 1x Maestro Cirujano(4): 20 gr./mes
        · 1x Maestro Timonél(3): 15 gr./mes
        · 3x Oficial(3*): 3x25 gr./mes

- Coste total: 12.000 + 168 gr.

No tengo ni idea de como funcionará esto. Tenia unos 5.000 gremiales ahorrados y creo que a este paso, se me amotina la tripulación en menos de 3 meses. Habrá que pagar la novatada. De momento he contabilizado los sueltos, pero habrá que ver si se paga repartiendo botín o como va la cosa. Porque realmente la saca se queda vacía en un abrir y cerrar de ojos.
Además hay que añadirle unos 1.000 gremiales de costes para contratar la tripulación
Se supone que el numero entre paréntesis es su rango de habilidad (* combatientes). Y ya he contado a la alza la mayoría de sueldos. Que no se quejen.

17 de octubre de 2007

Sesión VII (conclusión)

Esta sesión fue bastante densa, especialmente si la comparamos con su anterior. Apareció una escena que seguramente para los demás personajes no tubo las menor repercusión. Pero si marca un importante antes y después para Nicolette. Me refiero al encuentro con el Barón Reiner Hainzl von Heilgrün. Precisamente por ello, he dedicado buena parte de la entrada a ese momento. He intentado que se hiciera patente la avalancha de pensamientos y emociones que invaden al personaje en ese instante.
Ya empezaba a pensar que los puntos invertidos en ese transfondo, se habían perdido en la nada.

También es posible que eso marque un ligero cambio de carácter del personaje (ya se verá porque estas cosas siempre acaban saliendo un poco como les da la gana). Hay que tener en cuenta que, en pocas semanas, Nicolette ha descubierto importantes detalles de su pasado. Cosas que podrían incumbir a todo Thea. Para mas, ahora esta al mando del "Geist von Reiner". Son unas importantes responsabilidades que quizá puedan hacer madurar un poco mas el personaje. De momento, una de sus prioridades es convertirse en una buena capitana. Lograr ganarse el respeto de su tripulación y especialmente de los ex-oficiales de Reiner. Después ya veremos que hace con Joe Shark. De momento tiene otro motivo mas, a parte de la venganza, por darle caza. El posible secuestro de Eisenfürst Stefan von Heilgründ.

Para ello, si el Director de juego reparte los puntos de experiencia que tenemos atrasados, dedicaré unos cuantos puntos para mejorar su Ingenio (por fin). También es muy posible que sus habilidades como capitana se vean modificados generosamente.
Los puntos que hace tiempo que quiero invertir en mejorar sus habilidades marciales ... tendrán que seguir esperando.

16 de octubre de 2007

Sesión VII-C


(... continuación de la entrada anterior ...)
Segunda semana de Octavus de 1.669 ...

La noticia sentó como un jarro de agua fria al resto de oficiales del Barón Reiner Hainzl von Heilgründ. Todos ellos, sin excepción; Johannes Kyfer, Konrad Steffan y Georg Spreng se mostraron más que dispuestos para orientarme y ayudarme a ofrecer un merecido entierro para Reiner Hainzl. No reparamos en gastos ni dedicación y algo se removió dentro de mi cuando el profundo pesar de sus oficiales les hizo imposible contener sus emociones. ¿ Seré capaz de estar a su altura ? ¿ Como puede un capitán conseguir ese nivel de entrega ? ... Todas esas preguntas me asaltan cada instante desde que se me otorgó definitivamente el mando del navío eiseno. Que con la aprobación de mis nuevos oficiales, hemos bautizado como "Geist von Reiner". En el mas sincero honor a su anterior capitán.


La última confesión de Francisco Caravello aun me inquieta de sobremanera. No se quienes son esos que se dan a conocer como "Los Figli de Cenere". Pero cuando oí al malnacido Francisco escupir mi nombre, me dí cuenta que todo eso quedaba mas allá de un simple acto de traición y motín. Esos hijos de las cenizas me quieren a mi, y a mi pendiente. Un escalofrío recorre mi espinazo. No es miedo. Quizás si un cierto respeto, pero también siento una extraña satisfacción. Excitada al saber que, sin haberlo buscado, me encuentro intentando completar la misma cruzada de mis padres.

Esta mañana, ha llegado un nievo navío al puerto de Sievna. Dicho así no tiene nada de particular. Los que no ha ha llamado a todos la atención, es la opulencia que desprende ese nuevo ocupante del puerto. Es un barco de procedencia indudablemente Vandelina y no se corta un pelo en demostrar su lujo y prepotencia, casi insultante haca los demás. Eso "si" es inusual en estas aguas. El Ciego es nuevamente quien se encarga de recaudar información. Sus magulladuras aun persisten, como las del capitán Dylan Wolf, aunque hace días que ya se mueven y trabajan con toda normalidad. Los propietarios de ese escaparate flotante son los hermanos Ivanovich, que ahora mismo se hallan en la taberna. ¿ Ivanovich ? ¿ De que me suena ese nombre ? ... La verdad es que no lo sé, todos los nombres Ussuro suenan igual.

Cuando entramos ne la taberna, ese peculiar hedor, en cierto modo hogareño, invade nuestras fosas nasales hasta dejarlas inservibles. A nuestro alrededor, un montón de caras que ya empiezan a ser conocidas. Pero cuando ni siquiera nos hemos sentado, una voz se levanta por encima del ruido ambiental y nos llama la atención. Nos damos la vuelta como todo los que están suficientemente sobrios. ¡ Los hermanos Ivanovich ! ¡ Claro ! ¡ Si son los mercenarios que Val Mokk mando para intentar robarnos los diamantes !.
- ¿ Has aprendido ya a nadar ? - Le pregunto al hermano que disfrutó del agradable chapuzón conmigo.
- No tendrás tanta suerte esta vez, maldita furcia - Responde el de su derecha. ?¿?¿? ... mierda, estos Ussuros no solo se semejan en nombre. Sus caras también parecen sacadas del mismo molde.

Las miradas desafiantes saltan de un costado para otro y la gente se aparta a sabiendas de que será lo próximo. Curiosamente, las camareras ni el supuesto propietario del local parecen tener la menos intención de detenernos. Adoro este lugar.

Los tres hermanos saltan al ataque a la vez. Como en la primera ocasión, luchan hábilmente, como si fueran una sola persona. Todos a por el mismo blanco. En esta ocasión, soy yo. Uno de ellos asesta una estacada al aire, que evito sin problemas. Pero el segundo se esperaba mis movimientos y clava al punta de su arma en mis costillas. El tercero sale disparado por los aires para caer detrás de mi. Es justo a ese, que aun no tiene la guardia debidamente preparada, contra quien arremeto. Son habilidosos, rápidos ... pero quebradizos. Lanzo con acierto mi puño contra su afeminado rostro partiéndole el labio superior, cuando baja la vista de nuevo a mi, descargo con furia mi arma sobre su hombro. El crujir de sus huesos confirma mi exitoso golpe. Los hermanos Ivanovich persisten en su ataque y me resulta imposible evitar sus estoques. Saben ayudarse entre si y me hieren gravemente, pero no lo suficiente. El capitán Dylan y el Ciego también cargan contra mi oponente. Su agilidad le permite esquivar mejor los ataques, pero cada vez que es alcanzado, su cuerpo se resiente duramente. A penas han pasado escasos segundos y tanto yo como uno de los hermanos ya nos cuesta mantenernos en pie.

La cosa se estaba poniendo delicada, hasta que el maldito fuma-hierbas apareció de la nada con una de esas absurdas ideas ... esas típicas suyas, tan surrealistas que, a veces, resultas ser brillantes. - ¡¡ MARINEROS !! Id al barco y bombardead el "Orgullo Vandelino" hasta que no asomen ni las velas por encima del agua !-. Todos, y cuando digo todos es porque todos nos quedamos paralizados por el asombro. - VENGA !! ES PARA HOY !!!
Estas últimas palabras provocaron una alocada desbandada de la taberna. Marineros, oficiales, nosotros e incluso los hermanos Ivanovich corríamos por las calles dirección al puerto. Patadas, cozados y zancadillas. Los oficiales Richard el cojo, y Thomas el vizco, aprovechadon para montarse en una carreta de fruta fresca y descender a todo trapo por la calle. Ganaron mucho terreno, que les sirvió para no quedarse atrás cuando se estamparon en la tienda del final de la calle.

Finalmente estamos todos en nuestros barcos. Yo al mando del "Geist von Reiner", el capitán Dylan Wolf a cubierta de su "Old Hawk" y los hermanos Ivanovich en su pomposo "Orgullo Vandelino". Empiezo a dar ordenes a la tripulación y no tardamos a ponernos en marcha. Sin embargo al pesado culo del navío le cuesta acelerar y cuando ni siquiera las velas se empiezan a cazar, recibimos los la primera descarga por estribor. Algunos de los marineros se asustan y por unos instantes la moral cae por los suelos - ¿ Pero que hacéis ? ¿ Ni siquiera han hecho saltar la pintura y ya os asustáis ?, ¡ Moved el culo ! -. Debo admitir que yo también me sorprendí al comprobar la dureza del "Geist von Reiner". Creo que es un excelente barco.
Mis ordenes hacia el maestro artillero son claras. - Ni un atisbo de duda. Abre fuego tan pronto como tengas el "Orgullo Vandelino" a tiro -. Las primeras deflagraciones no se hacen esperar. El barco tiembla por la poderosa descarga, pero no es nada comparado en los destrozos que causamos. Tal y como las velas empiezan a hincharse por el viento arrancamos para virar a estribor y colocarnos en la popa del Orgullo Vandelino. Aquí quedamos en el punto ciego de sus baterías de cañones y da tiempo a los marineros para recargar la siguiente andanda. El Orgullo Vendelino sigue alejándose del puerto e intercambian cañonazos con el Old Hawk. Desde aquí parece que nuevamente el Vandelino se lleva la peor parte. Ahora damos un fuerte viraje a babor para encarar los cañones, la madera cruje por el giro pero el Geist von Reiner resiste perfectamente. Múltiples explosiones resuenan una vez mas en la noche de Sievna. El Orgullo Vandelino esta muy tocado y empieza a inclinarse sobre un costado. El Old Hawk también ha recibido un fuerte impacto y su palo trinquete amenaza con derrumbarse de un momento a otro. Por suerte, antes de que eso pueda ocurrir, el Orgullo Vandelino se parte con nuestra siguiente descarga de plomo y inicia su inevitable descenso al lecho marino.

15 de octubre de 2007

Sesión VII-B


(... continuación de la entrada anterior ...)
A media mañana salimos tras la estela del pesado buque del Barón Reiner von Heilgründ. Los capitanes Wolf y el Ciego han decidido juntarse con el eiseno, que tiene ya sus teorías de los posibles escondites del buscado pirata Joe Shark. Me cuentan que ayer, mientras yo estaba con el Barón, fueron a reunirse con Pyotyr Siev Andropovich. Un pez gordo Ussuro. Les advirtió para que se cuidasen las espaldas. Un tal Aleksi Pavtlow Markov v'Novgrorov tambien sigue los pasos de Joe, pero este no parece que lo busca para cargárselo, mas bien lo contrario.

A media tarde de ese mismo día ...

Llevamos varias horas explorando todos los rincones de unos inaccesibles acantilados. Según Reiner Hainzl, cabe la posibilidad que en alguna de las grutas naturales se escondiera el "Sea Wolf". Por infortunio, parece que no es así.
De repente el grumete de la vigía advierte de las señales del navío eiseno. No sabemos que se traen entre manos pero hacen señales para abarloar. El capitán Dylan ordena al piloto virar a estribor para facilitar la maniobra.
- ¿ Ocurre algo ? -. Pregunta uno de los nuestros grumetes mientras recive una de las cuerdas de amarre arrojadas desde el otro barco. Pero los marineros del navío eiseno parecen muy estar ocupados afianzando las cuerdas. No hay respuesta. Cuando el pobre grumete repite su pregunta, una fuerte detonación de una pistola le hace saltar media cara por los aires. Cayendo muerto incluso antes de tocar al suelo.
La sorpresa es general y nadie reacciona debidamente. ¿¡ Nos están abordando !?. Para cuando corre la voz de alarma y los marineros consiguen prepararse, mas de una docena de cuerpos yacen ya sobre nuestra cubierta. De repente el caos se apodera de todo y todos. Mas deflagraciones dejan pequeñas nubes de humo marmolíno en el aire y algunos marineros de ambas tripulaciones caen muertos o moribundos. El resto estalla entre chasquidos metálicos y gritos.
Con una patada en el entrepiernas, dejo fuera de combate a un marinero que se interpone entre yo y mi arma. Para cuando me doy la vuelta, solo puede ver pelotones enzarzados en combate por todas partes. Atrevidos marineros que con mas voluntad que pericia se descuelgan de las velas para entrar en combate. También están aquí, organizando el abordaje, uno de los oficiales del barón Reiner, junto dos de los sub-oficiales. A lo lejos, nos vemos y nos desafiamos con la mirada. Me agarro firmemente a uno de los cabos de la verga de trinquete y cortar el nudo me lanza por los aires. Como si fuera un proyecto, de proa a popa el barco entero, consiguiendo caer encima uno de los sub-oficiales, un Vodaccio. Que no tarda en recomponerse del golpe. Empuñando con su mano zurda, hace bailar su estoque en el aire acometiendo contra mi. Sin tregua. Evado los dos primeros ataques hasta que perfora mi muslo. Aprovecho la fuerza que me infiere el dolor, puedo asestarle un fuerte golpe al hombro, que cruje y se parte en pedazos. Sin embargo el Vodaccio no se da por rendido hasta que dejo caer mi arma, con todo su peso, sobre su cabeza.
Miro a mi alrededor y puedo ver el fuma-hierbas cayendo inconsciente. Su contrincante, el oficial Francisco Caravello, le ha derrotado. Aunque a juzgar por su lamentable aspecto, el capitán Wolf ha presentado batalla, una dura batalla. Cargo contra él a pesar de la cojera. Sin ser consciente de mi presencia hasta demasiado tarde, sus costillas se rompen añicos cuando recibe el fuerte impacto de mi arma. Aturdido, molido y desconcertado se levanta nuevamente. Justo a tiempo para que Dylan Wolf, que parece que aun tiene una última palabra, dispara a bocajarro a su contrincante. Aun vivo, pero incapaz de moverse, se desploma encima su propio charco de sangre.
En tercer lugar, queda el su-oficial eiseno, que se he encarado con el Ciego. Este esta subido al palo mesana, donde es un blanco fácil para que el sub-obifial le dispare. Siguiendo en racha, arremeto contra este, tal y como acabo de hacer con su superior. En esta ocasión, no es necesaria ninguna ayuda extra, el eiseno de desploma con la cadera molida.
Nuestra tripulación Vendelina, da honor a su nombre, y no sin lamentables perdidas, pero da su merecido a los traidores. Cuando se inició el abordaje, por unos momentos, sentí un duro pesar al ver como Reinier nos atacaba. No tardé en percatarme que Reiner no estaba entre los asaltantes, cosa que en parte me tranquilizó y en parte me llenó aun mas de preocupación. Ahora, incapaz de poder esperar ni un segundo mas salto por las pasarelas hacia el navío eiseno. Coja, sangrando abundantemente por el muslo y jadeando victima del esfuerzo realizado, abro la puerta de su camarote solo para confirmar mis temores. El Barón Reiner Hainzl von Heilgründ yace muerto en su mesa, apuñalado a traición por la espalda. El cuchillo del delito aun esta en su sitio, como desafiante. Orgulloso.
Respiro profundamente mientras me acerco a él. Aun tenia tantas cosas que preguntarle ... y ahora su sangre se esta derramado por encima los mapas. Con cuidado, como si aun pudiera lastimarle, cargo con su cuerpo hasta la cama. Donde lo dejo descansando. - Si pudiera recordar algo mas ... pero no se cuales son nuestras tradiciones funerarias. No te preocupes, las averiguaré y serás enterrado como mereces. Como valeroso y leal Barón de Heilgründ. - Cierro los ojos y pido a mis padres que cuiden de él. De quien me ha acercado mas a ellos que cualquier otra persona bajo el cielo.

De vuelta a cubierta, los pocos traidores que aun viven, se rinden ante su inminente aniquilación. Finalmente son hechos presos y serán tratados como tal, como dictan las leyes del mar. ¿ Pero todos ? ... No, todos no. Francisco Caravella, quien viendo su rostro, una se pregunta si su apellido es en realidad algún chiste mordaz, aun sigue vivo. Ese tiene cosas que contarnos.


Empezando a anochecer ...

Tardamos varias horas en arreglar un poco todo el desastre. Hay heridos por todas partes y los destrozos son cuantiosos. El padre Diego ha demostrado una vez mas ser un habilidoso cirujano y acutalmente mas de media tripulación ya le debe la vida dos veces como mínimo. Los que nos mantenemos en pie actuamos en silencio, pues todos hemos perdido algún amigo o conocido en esta refriega. Nos apresuramos en apañar los daños colaterales que se han causado a ambos navíos y los preparamos de nuevo para la nevegación. La mermada tripulación, se divide en dos y asignándome temporalmente el mando del navío eiseno, conseguimos llegar de nuevo al puerto de Sievna.

(... Falta completar. Pero en este punto tengo dudas. Pues se supone que volvemos a Sievna. Allí tenemos otro encuentro "poco amistoso". sin embargo no logro comprender en que momento nos recuperamos, especialmente el capitán Dylan Wolf, que después del fallido abordaje, quedó hecho papilla ...)


Sesión VII-A

Finales de Septimus del 1.669 ...

Seguimos soportando un frío inviernal, que por lo que dicen muchos de la nueva tripulación ... - Pequeña, eso no es nada comparado con el invierno del 67 !!. A un perro se le congeló el culo y se murió por no poder cagar ! JA JA JA !! -. Que "agradable" imagen. Hace dos años yo estaba tostándome al sol, felizmente en las orillas meridionales de Castilla. Ya les regalo esa Matushka y todo su maldita nieve. Hace tanto frío que ni siquiera el viento se atreve a soplar o el mar a moverse.

Se que la imagen quizas no es muy acertada,pues debería ser un mar nevado y tranquilo. Pero me pareció "bonita".

Ahora que lo comento, es curiosa la capacidad de Juicio de el Ciego. Lleva protestando todo el viaje por la tripulación, a quien apoda "manada de niñas". No se siente nada satisfecho y frecuentemente debaten con el capitán fuma-hierbas acerca del tema.

Unos días después ...

Amarrados ya en el puerto de Sievna, a las costas de Rurik en Ussura, me doy cuenta de que, o me estoy empezando a acostumbrar al clima, o es que aquí solo hace un frío de mil demonios.
Sievna es la típica ciudad pirata, donde la ley brilla por su ausencia. Sin embargo, teniendo en cuenta al menos mas de la mitad de su población son piratas carroñeros, delincuentes, fugados, asesino y malhechores ... se podría decir que es un lugar relativamente seguro.
Desembarcamos y los marineros que no han sido condenados para cuidar del barco, se apresuran a saciar sus ansias de alcohol y cenicientas de sueldo. Por mi parte, y sabiendo que comparto el mismo interés que los capitanes, me quedo con ellos.
Cuando el Ciego pregunta un poco acerca de Joe Shark, descubrimos con sorpresa que no somos los únicos que le buscan. Parece ser que tal y como nos habían informado, Joe frecuentaba esta ciudad. Pero últimamente se preguntaba demasiado por él en estas calles y el bastardo se fue a zonas mas tranquilas. Entre los interesados, esta un capitán eiseno, conocido como Barón Reiner Hainzl von Heilgründ. Quien podremos hallarlo sin problemas en la única taberna de la ciudad.

Es una gran mansión que bien podría dar cobijo a cinco familias numerosas. Ha sido reformada para convertirla en la mayor sala que he visto en mucho tiempo. Su capacidad es enorme y sin embargo tenemos problemas para dar con una mesa vacía, incluso cuando ya desistimos de encontrarla, además, limpia.
A nuestro alrededor hay buena cantidad de camareras intentando dar abasto con una abundante clientela de borrachos y marineros hambrientos. Quienes parecen estar mas interesados en las fulanas que también rondan por aquí. Después de que varios tipos me confundieran, y teniendo en cuenta que, al mas apuesto de todos ellos, era un viejo de treinta y pocos al que le apestaba el aliento y le faltaban dos dientes, prefiero abrocharme un par de botones mas de la camisa.
No tardamos en hallar a Barón Reiner Hainzl, en su mesa, compartida en relativo silencio por los demás altos rangos de su navío. El capitán Wolf es el encargado en iniciar la charla, siempre con sus rodeos, como si tuviera miedo de decir lo que quiere, acaba preguntando por Joe Shark. El Barón Reiner no tiene reparos en admitir que lo esta buscando, de momento sin exito, por su posible relación con la desaparición de Eisenfürst Stefan von Heilgrünt. Con tiempo, diplomacia y cierta astucia, aunque Reiner tampoco parece reacio a explicarse, el capitán Dylan acaba averiguando que hay un importante Ussuro que también va tras los pasos de Joe Shark.
A lo largo de la extensa charla entre ambos capitanes, no puedo evitar percatarme de las fugaces atisbos que capitán Reiner deja caer hacia mi. Nuestras miradas se cruzan una y otra vez, sintiéndome incapaz de aguantar sus ojos, me veo obligada a apartar la vista continuamente. Es una sensación extraña, pocos hombres me han escudriñado así. Mirándome, pero a la cara, directo a los ojos. Finalmente el misterioso eiseno se dirige a mi.
- ¿ Perdona? ... Si, perdona. Pero, tu cara me resulta familiar. ¿ Puedo preguntar de donde eres ?.
- ¿ Que ? ¿ Yo ? ... Yo .. Yo soy de todas par... Digo, que no soy de ninguna parte en concreto. Que bueno, que ... que he estado un poco aquí y allí ... ya sabes ... - Desorientada por su inesperada pregunta no sé ni lo que me digo. Pero seguro que acabo de quedar como una estúpida integral.
- Oh vaya. Pues juraría que me recuerdas a unos viejos amigos míos. ¿ No te dice nada el nombre de "Baden-Wüttenberg" ?.
- Hummmm ... no ... no me suena, ¿ por ?.
- ¿ Frierdeline von Baden-Wüttenberg ?.
- ... Frierdeline ...

De repente algo estalla dentro de mi cabeza. Ante mis ojos saltan centenares de imágenes que no recordaba. Entre ellas, la de esa hermosa mujer. Mi madre. Esa imagen que siempre había permanecido muda durante tantos años. Con su hechizadora sonrisa que tanto calor me daba cuando estaba triste. De repente, esa imagen me habla, con la voz mas hermosa que jamás he oído. Sus labios de mueven como por arte de magia y de su boca sale un nombre ... Frierdeline.
De fondo, docenas de ruecuerdos aparecen de la nada. Personas de rostros anodinos que no soy capaz de indentificar. Gente en distintos lugares y situaciones, todas me están mirando, todas me están llamando ... Frierdeline.

Confusa y aturdida, siento que las piernas me desfallecen y por unos instantes temo caerme al suelo. Me siento en la única silla vacía que hasta el momento ninguno de los tres nos habíamos atrevido a ocupar.

- ¿ Estas bien ? - Me pregunta uno de los oficiales de Reiner.
- Si, si ... - Volviendo la mirada a Reiner - ¿ Frierdeline dices ? ¿ Porque debería conocer ese nombre ?.
- Es una trágica historia - Reinier sigue hablando sin reparos - Como ya te he dicho, unos viejos amigos míos, desaparecierón hace muchos años. Quince años hace ya. Eran una pareja, y tenían una hija. Si estuviera viva, ahora tendría tu edad. Y tus ojos, tu cara, son la viva imagen de los ojos de esa mujer.
Su rostro desprende un lastimoso pesar, ¿ podría ser que Reiner conociera a mis padres. ? ¿ Realmente me parezco tanto a mi madre ?. Supongo que no tiene sentido mentirle - Podría ser que me resultara familiar este nombre.

Tras muchas horas de charla ...

El capitán Dylan Wolf y el Ciego se marcharon hace mucho para investigar a ese Ussuro que también muestra interés por el pirata Joe Shark. Ahora mismo poco me importa esa alma en pena.
Tras descubrir junto Reiner que "Frierdeline von Baden-Wüttenberg" es el nombre que me pusieron mis padres al nacer, hemos pasado horas reviviendo juntos viejos tiempos. Bueno, Reiner recordando y yo intentando. Mis padres dedicaron su vida a luchar contra las artes oscuras que moran en Thea. Años de dedicación y exitosas cruzadas les otorgaron poderosos enemigos que clamaban venganza. Yo, nací en mitad de esa guerra no declarada. Al parecer, intentaron mantenerme siempre al margen, pero llegó un desafortunado día en el que se desconoce que nos pasó a mi y a mis padres. Simplemente nos esfumamos. Yo, de algún modo que desconozco, conseguí sobrevivir, pero no mis recuerdos no.
El ambiente de la taberna se esta apagando paulatinamente, es muy tarde y mi jarra de cerveza hace rato que permanece en el mismo sitio. Justo donde la dejó la camarera horas atrás. Presa de los relatos de Reiner no puedo hacer mas que atender con devoción todas las palabras que surgen de su boca. Intentando esforzarme por recordar alguna cosa, por pequeña que sea. Poder anticiparme ni que solo sea en algún diminuto detalle a sus historias. Pero enajenada y desbordada, me esfuerzo en vano.
Entre sus exposiciones, conseguimos averiguar algo que nos sorprende a ambos. Mi pendiente derecho. Hasta hoy, solo era para mi, el único recuerdo material de mi madre. Pero en realidad es mas que una simple piedra oval de tallo perfecto. Se trata del desencadenante de todos los males de mi vida. Por alguna razón que no logramos averiguar, mi padres murieron por ello.

Cuando nos despedimos en el muelle, ya no falta mucho por el amanecer. Le abrazo con todas mis fuerzas durante largo rato. Apretándolo contra mi pecho, con la estúpida esperanza que al menos una diminuta parte de ese abrazo, pueda llegar de alguna forma a mi padres. A los que hasta hoy, no me había dado cuenta de cuanto los echo de menos.

A la mañana siguiente ...

No puedo decir cuando me he despertado, pues creo que ni siquiera me he dormido. La voz de Reiner resuena en mi cabeza. Me esfuerzo en ordenar y apresar cada una de sus palabras. Cogerla fuerte, muy fuerte, y grabarla con fuego a mi memoria. Para no volver a olvidar, jamás.

Los capitanes volvieron con mas información de Joe Shark, pero de repente ese mal nacido acababa de pasar en segundo plano. Por primera vez en mi vida, tras sentir ese nombre, no fantaseo con arrancarle los pulmones en vivo.

(... continua en la siguiente entrada ...)


Sesión VI (conclusión)


Esta fue una sesion corta y sin mucho a comentar. Estubimos mucho rato charlando de todo menos de la partida. Estas sesiones no son solo de rol, rol, rol y mas rol.
Contratamos la tripulación y eso fue todo. Por ello mismo, me he extendido considerablemente en detalles para dar un poco mas de vidilla y transfondo a la situación. Sin embargo, al final de la sesión, hubo un combate naval que he omitido. Partimos a placer tres antiguas barcas vestenmannavnjar.

Debido a ello, no se repartieron puntos de experiencia. Tenemos un director de juego muy gañan ;).


8 de octubre de 2007

Sesión VI

13 Septimus del 1.669 ...

Hace un frío que mata y casi nadie quiere estar en cubierta mas de lo necesario. Por suerte el nuevo navío que compró el capitán Dylan Wolf es considerablemente rápido y muy manejable, cosa que ha recortado la durada de la travesía. Habría sido una brillante compra si no fuera por las ratas que anidan en rincones que no conseguimos descubrir. Bueno, y porque este montón de madera quejica tiene mas años que Matusalen.
Hablando de años, anoche me percaté que debo haber cumplido ya los 19 hace algunos meses. 19 años ya ... me estoy haciendo vieja. Francamente es un poco molesto saber cuando nací. Mejor dejo de pensar en tonterías y me acabo de vestir. Voy a acompañar nuevamente al Fuma-hierbas y al Ciego para la visita diplómática. Por desgracia, no estoy acostumbrada a montarme tanta ropa encima y, creo que si tropiezo, en lugar de caerme voy a salir rondando.

Amarramos el bote en una cala en la isla de Eskjö. Nos dirigimos hacia una aldea que ya atisbamos desde la mar. Supuestamente aqui se celebra una importante reunión de Jarl's. Con lo que el porcentaje de brabucones con ganas de unirse a nuestra tripulación, sera elevado.
Por el camino, aun sigue nevando en silencio. Solo el crujir de la nieve bajo los pies anuncia nuestra presencia. Para olvidar el frío, voy repasando los verbos en Vendelino. En los ultimas semanas de nuestra estancia en Kirk, pagamos a un profesor para que nos diera unas nociones básicas. Afortunadamente para mi, el Vandelino es sumamente parecido al Eiseno en conjunción y formulación. Si no hablan muy rápido, me siendo capaz de entender cualquier cosa.

Llegados a las afueras de la aldea, entra en juego la diplomacia Vendelina. Desde arriba su muralla de troncos, nos miran con desprecio y prepotencia. Aquí se aplica la ley de "No vales una mierda, hasta que no demuestres lo contrario". Intantamos parlamentar pero no tardo en darme cuenta que las palabras "valor" y "fuerza" no significan nada si no van respaldadas de acciones. Cambio radicalmente mi discurso para poner en duda la hombría de el mas grandullón de los que se asoma por la muralla. Es mas fácil insultar cuando se que digo exactamente, incluso me da la libertad para improvisar. Su reacción no se hizo esperar y pocos segundo después de que su iracunda cara desapareciera tras la muralla, las puertas se abren.

Oh !. Bravo Nicolete, tu si que sabes elegir bien a tus contrincantes ... . Me pregunto si su pobre madre sobrevivió tras el parto de semejante mastodonte. Con una gruesa piel cubierto de pelo y pieles, supera de largo los 6 pies de altura. En su torso donde podría amarrar media armada Montagnesa y a ambos costados unos brazos mas anchos que mi cadera.
Su salvaje rostro, acentuado por la barba y las pieles que le cubre, sonríe mientras me evalúa. Pesa por lo menos, 3 ó 4 veces lo que yo. Con un gesto de hombros se desace de sus ropas para quedar solo en pantalones. Sin el grueso de las pieles no parece tan grande, en realidad solo cabria un tercio de la armada Montagnesa. Yo imito sus gestos y me libero de la carga del abrigo. Procurando que me vea bien, con suerte me infravalora y eso me da algo de ventaja. De no ser así, lo tengo crudo.

Empiezo aprovechando mi agilidad, que nunca ha sido brillante, pero ante tal monstruo de hueso y musculo, cualquiera es rápido. Apoyándome en su barriga salto hasta su cara donde le arreo un par de codazos. Su reacción es lenta y falla cuanto intenta agarrarme, me sitúo en su flanco para asestar otro puñetazo a sus costillas. Cuando me retiro me resiento por los nudillos. Pegarle a un árbol seria mas blando. En cambio, ese "hombre" a duras penas se ha inmutado y se aproxima al trote hacia mi. Es lento, pero muy experimentado, consigo esquivar algunos golpes, pero solo algunos. Un ligero golpe en la pierna me desequilibra y en cuanto intento reponerme me estampa contra el suelo tras un manporrazo en la espalda. Consigo apartarme a tiempo antes de que me pisotee.

La escaramuza de prolonga un buen rato, a estas alturas el grandullón hace rato que jadea. Por muy fuerte que sea, le han llovido una de ostias que ni siquiera el mas viejo de los robles puede aguantar. Por mi parte me duelen los puños, aun me cuesta respirar tras esa patada y su ultimo puñetazo aun me nubla la vista. A pesar de eso, puedo ver gente a mi alrededor, vitoreando y gritando. Disfrutando del espectáculo. No les culpo, me duele todo, pero me lo estoy pasando en grande, y a juzgar por la sonrisa ensangrentada de mi contrincante, no soy la única. En cuando nos reponemos un poco ambos nos lanzamos a un nuevo ata... - ¡¡¡ ALTO !!! -. El Jarl anfitrión pone fin a la pelea.

Logmann, ese grandullón tiene nombre y se llama Logmann. Me lo acaba de contar mientras ambos estamos sentados en una de las cabañas de la aldea, donde nos aplican algunas curas. Sonriente me felicita por mis habilidades, agradecida no puedo hacer mas que admitir sinceramente su gran pericia marcial. Hacia tiempo que no encontraba un contrincante de estas alturas. Cuando ambos nos encontramos aun magullados pero recompuestos, nos podemos unir a gran cabaña, donde se celebra algo que parece mas bien una bacanal que una reunión civilizada. Aquí hay de todo; Música, comida, risas , gritos, mucha bebida y ... si me gustasen los hombres grandes y con pelo, seguro que también podría encontrar una excitante final de balada.

Al amanecer ...

Aturdida y ligeramente resacosa, abro un poco los ojos. Levanto la mirada para ver que mi incomoda almohada es uno de los brazos de Logmann. Se que estuvimos charlando durante mucho rato, pero no recuerdo haberme dormido encima suyo. Me incorporo aun resentida por la pelea de ayer - Buenos días Nicolette, Je je je ... ¿ ya puedes caminar ? - Es Logmann, que estaba despierto ya. Creo que le sonrío, no lo se muy bien, aun estoy durmiendo, y salgo a fuera en busca de algún lugar donde asearme un poco.

El agua esta helada y siente como se me echara encima mil alfileres, sin embargo es un placer deshacerse de esa pegajosa sensación sobre la piel. Tras aguarme la cara y el pelo puedo decir que yo formo parte del mundo consciente. A la vuelta a la gran cabaña, están esperándonos algunas docenas de hombres. No recuerdo haber acordado nada, supongo que estaba muy borracha después de todo. Pero al menos, parece que ya tenemos tripulación.

Tras una breve despedida, volvemos al barco. Me extrañamente bien, teniendo en cuenta la escaramuza y las ingentes cantidades de alcohol que acabe tragando.
Una ves en nuestro barco, tardamos un rato en situar la nueva tripulación. El idioma puede acabar siendo un problema y acabamos formando una compleja red de traductores. Salvo Vodaccio, se pueden escuchar todos las lenguas de Thea en nuestra cubierta.

(... Falta un combate naval ...)


3 de octubre de 2007

Sesión V (conclusión)

En esta última sesión, no es que ocurrise mucha cosa, al menos por lo que respecta al argumento general de la campaña. Nos limitamos a vender lo que sacamos de la sesión anterior y a informarnos para la siguiente. Por ello mismo he procurado "rolear" un poco.

La escena de Nicolette fantaseando subida en lo mas alto del palo mayor, empezó simplemente con una frase. Se supone que Nicolette aun esta absurdamente enamorada quería hacer una vaga mención a ello. Es algo que constaba en la creación del personaje. Pero después de "esa frase", quise ir poniendo mas detalles a relucir. Por una parte, ese costado femenino y soñador del que ella misma reniega y que tan a menudo queda eclipsado por su carácter provocador, masculino y temperamental. Por otra parte, que al ser una chica que se crió sin padres, creció deprisa. Demasiado. Y por último ... bueno, tampoco vamos a desvelar todo tan pronto.

La escena del combate estuvo bien. Por una vez me salieron las cosas mas o menos como esperaba. Tampoco hay duda de que saqué buen partido a ese incremento de Musculo.




Sesión V-B

En la madrugada del 25 ...

Kirk, como todas las grandes ciudades, no duerme nunca. Por la noche, solo se reduce el ruido ambiental. Pero jamás desaparece del todo.
Desde aquí, en capitanl Dylan no ha sacado ojo del "Santa Caterina IV". Es el pequeño navío que se encuentra en la dirección que hemos dado a Val Mokk. Los demás, permanecemos todos en guardia silenciosa. Por si vinieran visitas inesperadas. Visitas que no se hacen esperar, pero como es obvio, no vienen a nuestro barco, si no que abordan con toda la discreción posible el "Santa Caterina IV". Definitivamente el Ciego tenia razón, ese Val Mokk es un maldito capullo. Eso no puede acabar así. Que sus secuaces vuelvan con las manos vacías no es suficiente. Por suerte, el capitán Dylan sufre otro de sus ataques de orgullo avalonés y también decide no dejar las cosas así. Genial, esta noche nos vamos a divertir.

Al acecho, solo nos acercamos el Ciego, Dylan y yo. Desde mas corta distancia, se puede apreciar mejor que han dejado a tres matones vigilando el muelle, los demás, una docena, están dentro el barco. Junto con el capitán Dylan nos descolgamos por un lateral del muelle para poder salir por detrás de los 3 patéticos guardias que no verían ni a la gorda de sus madres montadas en un asno azul. Por ello mismo son reducidos sin resultar un problema y los dejamos tumbados junto unos barriles. Procurando que a lo lejos, parezcan un simple grupo de borrachos somnolientos.

Ahora somos nosotros quienes abordamos el barco. Dylan y el Ciego por la pasarela de acceso. Yo me doy un chapuzón y treparé por detrás del barco. El agua esta fría y el cuerpo se estremece, pero me siento a gusto en ella. Sin problemas a pesar del peso de mi peculiar "arma", consigo llegar hasta la popa. Para cuando consigo empezar a trepar por una de las mohosas cuerdas de amarre, puedo escuchar con claridad que el Ciego y el capitán Wolf ya han empezado la fiesta, sin mi. Presa de esa excitación previa a una contienda, me balanceo en la cuerda para saltar y trepar por una de las ventanillas laterales. El golpe seco de mis pies golpeando el casco del navío pasa desapercibido y no puedo evitar el impulso de darme la vuelta, satisfecha, para comprobar mi pequeño logro. Sin salir del cobijo de las sombras, entro en la cocina hasta colocar mi espalda junto la pared. Abriendo cuidadosamente la puerta, puedo ver por el rabillo como los cuerpos inconscientes y moribundos de los asaltantes, van cayendo por la escaleras de cubierta hasta formar una pila al final del estrecho pasillo. Desde aquí solo puedo ver sus pies, pero juraría que el Ciego se esta luciendo. Y pensar que la primera impresión que tuve de él. fue que era un afeminado.
El último de ellos landa un ahogado grito al aire antes de caer rodando para reunirse con sus compañeros.
El silencio no dura mucho, lo justo para escuchar los pasos de ambos capitanes descender hasta el pasillo. Cuando por el otro lado, aparecen 3 asaltantes mas. Aunque no se si han estado aquí desde el principio, a decir verdad, no les había visto. En una inesperada explosión de velocidad, se lanzan al ataque coordinados entre si y sin mediar palabra. El primero de ellos, repentinamente despega del suelo para dar un espectacular salto por encima del Ciego y plantarse a su espalda, los otros dos se sirven de la ligera desorientación del sub-capitán para ensartarlo a placer. El capitán Dylan Wolf no puede hacer mucho al respecto y se cierra a la defensiva ante las acometidas de sus atacantes, indudablemente mas habilidosos que la docena que yace tumbada al pie de las escaleras. Aprovechándome de su fijación en el capitán, consigo acercarme sigilosamente y retirar al moribundo Ciego de la escena.
Cuando salgo nuevamente de la cocina, la pelea se ha trasladado a cubierta. Subo los escalones de dos en dos hasta salir al exterior. Son tres contra uno y no por ello muestra compasión. Cargo contra uno de ellos por la espalda, cuando se da cuenta de mi presencia nada puede hacer para evitar que sus costillas crujan por el impacto de mi arma. Sorprendido y desorientado se da la vuelta hacia mi y arremete con furia. Es bueno, retrocedo sin éxito intentando evitar su veloz estoque hasta que me hiere levemente el muslo derecho. No puedo hacer mucho aquí, es mejor que yo, pero aun me quedan cartas por jugar. Doy media vuelta y salto por la barandilla de cubierta. Consigo calcular bien el salto y antes de caer al agua, me deslizo por segunda vez esta noche, a través de la ventana de la cocina. Mi perseguidor adivina mis intenciones y me sigue sin problemas en el acrobático salto. Entra por la ventana con la guardia perparada. Pero infravalora la inercia de 35 Kg de acero de mi arma. Aturdido, se recompone a pesar de los huesos molidos e intenta inútilmente devolver el ataque. El tipo sabe saltar y trepar muy bien, me pregunto se se maneja igual bajo el agua. Suelto mi arma para agarrarle por la espalda, con fuerza aprieto sus pulmones hasta que puedo oír sus tullidas costillas quejarse. Cabezados y patadas no me detienen y me lanzo con el por la ventana, esta vez si, para acabar bajo el agua. Se zarandea y patalea, intentando subir a la superficie, pero solo consigue agotarse mas aun. Cuando por fin desfallece, asciendo junto la protección del timón para retomar aire. El cuerpo de asaltante permanece inmóvil, pero aun vivo. Espero unos minutos hasta que los compañeros del lastre que mantengo a flote, se largan y lo abandonan.

Cuando consigo subir por el muelle, dejo al paquete tirado junto los demás. A la distancia se escuchan gritos de alarma. Es mejor que no me pillen aquí, prefiero no tener que da explicaciones. Voy a buscar mi arma, el Ciego y por el camino tropiezo con el cuerpo del fuma-hierbas. Cargada con cada uno de ellos sobre los hombros me escurro al interior de nuestro barco antes de que aun haya llegado nadie al "Santa Caterina IV"

(... Falta completar los últimos detalles...)


1 de octubre de 2007

Sesión V-A

Unas semanas mas tarde ...

En cuando dejamos atrás la isla de El Diamante de Sangre, aun no teníamos muy claro nuestro rumbo. La verdad es que poco me importaba en ese momento, solo quería descansar mi tullido cuerpo y no lo conseguí hasta haber hablado un buen rato con el Padre Diego. No saque mucho de provecho. Sin embargo, sentía malestar extraño y me sentó bien poder charlar de lo ocurrido con Filipa y estos últimos meses con alguien.
Oh si !, Lo olvidaba, los demás miembros de la tripulación, acordaron dirigirse a la isla de Oddis, en tierras Vendel. Mas concretamente a la ciudad de Kirk, que fue el hogar durante una temporada del Ciego. La intención es vender los diamantes que contenía el baúl y porque la flota Montagnesa aun no ejerce ningún control en esas aguas.

En una tranquila tarde de medianos de Corantine del 1.669

Aprovechando que hoy no hay mucho que hacer, todos estamos un poco a nuestro aire. Salvo Pierre, que le han prohibido hacer otra cosa que no sea limpiar la cocina tras haber sido hallada una rata en avanzado estado de descomposición dentro una cacerola.
Los James están agotando la paciencia de Thomas, que tiene muy mal perder en los dados. El capitán Wolf y el Ciego, nunca se que están pensando. Pero no hay duda de que el primero continua con sus permanentes elucubraciones alucinógenas. El padre Diego esta leyendo un libro mientras Don Juan controla el timón y rumbo. ¿ Y yo ? ... Estoy gozando de privilegiadas vistas e intimidad arrimada a lo mas alto del mastelero de juanete mayor. Nadie mas que yo se atreve a subir hasta aquí por el puro placer de trepar. Con una mar tan tranquila como la de hoy, es mas cómodo y estable de lo que parece.
Me tumbo boca arriba para observar el cielo, completamente despejado y el sol dominando en solitario el firmamento. Respiro hondo para sentir de nuevo el olor del mar y de repente algo se remueve en mi cabeza, como si fuera un déjà vu que lucha para conseguir un poco de protagonismo. Presa de un unos escrúpulos poco habituales en mi, miro de reojo hacia abajo para comprobar que nadie levanta la mirada. Finalmente desabrocho por completo mi camisa y vuelvo a dar rienda suelta a mi imaginación, a mis recuerdos.
No es la primera vez que hago esto, pero si la primera que lo hago sola. Con los ojos cerrados, casi puedo sentir sus manos ligeramente temblorosas. No es la primera vez pero también esta nervioso, solo somos dos críos jugando a ser mayores. Me mantiene presa sentado sobre mi vientre y yo hago como que me dejo someter. Mis recuerdos van recreando hasta el último detalle, sus ropas maltrechas por el día a día y su pecho bronceado también al descubierto, los dedos ásperos de trabajar y ese rostro anodino que ya no consigo recordar con claridad. Me siento reo por haberlo olvidado tanto tiempo. Susurrando, le pido perdón y le prometo visitarle mas a menudo. De repente, le oigo reírse con descarada sinceridad, tal y como él solo sabia reírse, con toda su alma - Joder Nicolette, siempre serás una blandenge -.

...

La piel me arde. Supongo que hace demasiado que estoy aquí, a merced del astro reí brilla aun con mas prepotencia que antes. Me maldigo a mi misma por ser demasiado boba y aun algo soñolienta me tapo de nuevo y desciendo a cubierta donde todo parece seguir el curso normal.


Día 25 de Corantine del 1.669

Kirk es una gran ciudad comerciante, con un bullicioso puerto que ocupa todo su ancho y donde el trafico naviero es un poco desconcertante. Tras las maniobras pertinentes, atracamos y nos disponemos a desembarcar, jubilosos y con ansias por sentar los pies en tierra firme una temporada.
Inesperadamente, el capitán Dylan nos detiene el paso. Desconfiado como es el maldito fuma-hierbas, teme por el baúl de diamantes. - Lo sienro, pero la tripulación no puede salir del barco hasta que hayamos tramitado la venta. -. Nuestros reproches y protestas caen en saco roto y la decisión tomada es firme. Afortunadamente por mi parte, a mi, me invitan a acompañarles. No sé si será por mis pantalones apretados, pero de ser así, los seguiré usando si esos son los privilegios que obtengo a cambio.
Mientras nos vamos, mis compañeros se asoman por cubierta con chispas de envida en los ojos. No puedo evitar la tentación de alejarme de ellos contorneando mi trasero por el muelle mientras les lanzo burlones besos de despedida.

Siempre había pensado que era una persona de mundo. Tengo buen Don para los idiomas. Pero últimamente, vayamos donde vayamos no me entero de nada.
El Ciego es quien marca el rumbo por las calles y callejones de Kirk. Parece que se las conoce como la palma de su mano. Nos conduce hacia las oficinas de un tal Val Mokk, menudo nombre. Por el camino y con sus habituales buenas palabras, vien a decirnos que es un jodido usurero e imbécil integral. Pero es la única persona con capital suficiente para poderse permitir el trato que vamos a ofrecerle. Para mis adentros intento hacer numeros, pero no se me dan muy bien. Se que los diamantes son caros, pero sabría precisar en absoluto hasta que punto.
La casa de Val Mokk deja claro que es un tío con pasta, pero con mucha pasta. Una mansión rodeada de extensos jardines habitados por exóticos animales. Con su ejercito de jardineros que trabajan todo el año para que todo este perfecto. También dispone de un servicio estirado y sin sentido del humor, que no se deja sobornar. Al menos no fácilmente. Una cuantiosa suma pasa de mano a mano a cambio de no tener que esperar a "pedir cita previa". Cuando finalmente nos conducen al despacho del Val Mokk se confirma lo que la casa ya venía diciendo a gritos desde fuera. El tipo esta podrido de dinero. Creo que incluso ese pisapapeles de su escritorio vale mas que todo mi salario de un año.

La charla entre el Ciego y Val Mokk se eterniza hasta tres semanas después del día del Juicio final. No me entero de nada, pero esta claro que discuten de muchos precios, ofertas y contra-ofertas. Todo eso mientras ojean esporádicamente enormes libros de contabilidad. De fondo, participando de forma mas o menos activa en el regateo, están varios de los ayudantes de Val Mokk. Un par de ellos hace rato que me miran por el rabillo del ojo. Al principio pensé que mi vestimenta mas bien vulgar, desentonaba con todo lo demás. Incluso el capitán fuma-hierbas va con su mejor chaqueta de la armada avalonesa. Pero ahora lo veo claro, que gracioso, me miran los pechos. No se porque, pero a veces me siento mas jugetona de lo normal. Hoy es uno de estos días. Presa de un soberano aburrimiento, no puedo evitar matar el tiempo jugando a acrecentar las fantasías de ese par de salidos.

Con un fuerte apretón de manos, la reunión se da por acabada tan inesperadamente como había empezado. ¡ Por fin !. Por la cara de el Ciego, no ha ido tan mal como se temía. Mientras salimos de su despacho, me resumen que mañana por la mañana, vendrán a nuestro barco para finalizar la transacción. Aparentemente nada extraño, pero hay algo que me pinta mal.
Cuando el capitán Dylan informa de la situación de nuestro barco al secretario de Val Mokk, le da un amarre incorrecto. Supongo que él también desconfía de la situación.

Por el camino de vuelta, me paso por una de las tabernas. Ahora me siento un poco culpable por las burlas hacia los compañeros de tripulación y creo que con media docena botellas de ron, me perdonarán. Si, seguro que si.

De nuevo en nuestro barco, las airadas quejas no se hacen esperar. Todos se alegraron por mi inesperado regalo de reconciliación. Pero nuevamente la dictadura impuesta por el fuma-hierbas y el cegato se interpone con puño de hierro. Teme por lo que pueda pasar y hasta mañana, solo nos permite descorchar una de las botellas. Bah !, con eso ni siquiera podemos humedecernos el gaznate. Al menos con la desafinada música de Richard, aun se puede salvar la tarde.


30 de septiembre de 2007

Sesión IV-A


Después de muchos días, es hora de poner ya esta entrada.

No tenemos muchas opciones. Segun el duende, ahora estamos tambien encerrados en la isla a no ser que podamos deshacernos de la influencia de Filipa Villanova. Después de todo, quizás no era nada mala ni desacertada la intención de Sebastién para borrar este pedazo de tierra de los mapas.
Siguiendo las indicaciones de nuestro onírico guía, volvemos nuevamente a las grutas subterráneas donde nos aguarda el resto de la tripulación. De allí, tomamos una gruta alternativa tal y como nos habían indicado. A poca distancia acabamos en una cambra en donde se evidenciaba la huella de alguna antigua civilización. Entre las ruinas de alguna construcción, habitan estanterías con libros cubiertos por el polvo, una mesa que al igual que todo en esta isla, parece haber sido abandonada de un día para otro. y junto la mesa, dos estatuas de piedra escenificando un asesinado. Una mujer esta clavando un puñal a un hombre que yace herido de muerte, apoyando su cuerpo encima un libro. Un libro abierto en donde se puede leer el inicio del cuento de "Jack y la habichuelas mágicas".
Todo en la sala tiene un olor particular, no es desagradable, pero si extraño. Mas bien se trata de la sensación de estar en algún lugar importante, abandonado ya por mucho años. Tanto el capitan Wolf como El ciego buscan por la sala alguna cosa, yo me fijo en el libro. Por unos instantes se me pasa por la cabeza una idea absurda y antes de que pueda reconsiderarlo, rozo delicadamente la ilustración del libro de los cuentos.

Jack y las habichuelas mágicas

Al levantar la mirada puedo ver que salvo yo y el libro, todo ha cambiado. Ya no estoy en una oscura caverna natural. Estoy en lo que parece ser el piso de una casa de campo. Todo a mi alrededor parece teñido por el surrealismo, como si se tratase de un decorado. Con colores chillones y todo demasiado bien dispuesto para ser real. Doy una vuelta por la habitación un poco aturdida por la situación, sin darme cuenta de el ciego y el fuma-hierbas también están aquí.

Bajamos por unas escaleras hasta la planta baja, donde damos con una madre y su hijo. Ambos se sorprenden por nuestra presencia, pero no se asustan. En avalonés, preguntan alguna cosa, seguramente "quienes somos". Wolf se encarga de las presentaciones y por sis expresiones, no les cuesta darse por satisfechos y volver a actuar con suma confianza.
Tras una charla que me pasa completamente por alto, parece ser que realmente estamos dentro el cuento. El chico de la casa es Jack y parece ser que cuando se fue a la ciudad a cambiar la vaca por dinero, no se encontró con ningún extraño en el camino. Según el cuento, debería haberse cruzado con un caminante que le ofrecía las habichuelas mágicas, pero dicho encuentro no sucedió. El fuma-hierbas, que juraría que incluso se siente cómodo en este mundo de fantasía, decide que busquemos al misterioso hombre desaparecido para completar el cuento.

Repitiendo los pasos de Jack, vamos a la ciudad cercana. Allí intentamos localizar quien hizo el trueque de la vaca de Jack. Nuevamente el avalónes se interpone en mi camino y creo que no conseguiré hacerme entender con nadie de aquí. El capitán Dylan interroga al comerciante para llegar a la conclusión de que no es culpable de nada. Aunque también se informa de que no somos los únicos "extranjeros". Hay mas gente rara como nosotros, y podemos dar con ellos en los barrios bajos.

Incluso la suciedad de las peores calles de la ciudad, parece de mentira. Como si fuera simple cartón-piedra para decorar.
Cuando llegamos en una supuesta taberna donde están lo extranjeros, un par de gorilas de 2 metros se interponen a nuestro paso. Parece ser que se requiere de invitación. Dylan y el ciego intentan parlamentar sin exito con ellos y yo ... no quiero quedarme al margen - Συμπαθώ το ευθυγραμμισμένο τυρί -. No se muy bien lo que significa, pero furfullo unas palabras que me parece que tienen que ver con la condición sexual de la persona. Uno de los matones se me queda mirando con cara de no entender nada (debería averiguar como se pronuncia correctamente). Me decido por un nuevo insulto que si se pronunciar con mayor cladirdad ... - γιος του σερβιτόρου των εναλλαγών !! -. Por la respuesta iracunda del matón, supongo que su madre no debe trabajar en la prostitución, o de ser así, no le gusta que se lo recuerden.
El ciego reacciona con rapidez y viendo que la pelea es inminente, lanza uno de sus cuchillos a los matones. El que lo recibe, no se inmuta y se centra en mi persona. Sirviéndose de todo su peso, lanza un tremendo puñetazo que me golpea en el vientre. Mis pies se separan del suelo y me manda medio metro atrás. No hay duda de que he subestimado esos gorilas. Pero su cara al ver que aun me mantengo en pie sin problemas, denota que ellos también me han subestimado a mi. Puede ser una escaramuza divertida después de todo. Al que me ha dado, le devuelvo el golpe con un fuerte codazo en la cara al estilo vodacce. Escupe un par de dientes ensangrentados y de nuevo se encara a mi.

Dylan aparece de la nada con una bolsa de monedas - Un momento !, Quizás podemos arreglarlo por otras vías mas lucrativas ! -. Que ? Me va a estropear la pelea ? ¡¡ Y una mierda !! Antes de que los dos matones, que ya se estaban replanteando el soborno como una buen opción, me lanzo a la cabeza del gorila. Trepo por su espalda y me agarro a su pecho con las piernas para aporrearle a cabezados ...


...

- En cuanto se despierte, interrogadla y después acabar con ella. -. ¿ Que pasa ?. Me duelen las costillas como si me hubiese embestido un buey. Esta sensación ya la conozco, no es la primera vez que me dejan KO en una pelea. No recuerdo muy bien que paso pero creo que después de todo si subestimé esos matones.

...

Creo que me están desatando. ¿ Estaba atada a un palo ?, la verdad es que no lo se muy bien. Tras un leve cachete en la mejilla abro ligeramente los ojos y puedo ver al Ciego. Sin darme tiempo a decir nada, me levanta a mi pesar y me arrastra fuera de un cobertizo en llamas al que no tengo la mas remota idee de como he llegado hasta él.

...

Aun me muevo en el confuso mundo de la semi-inconsciencia. Las cosas ocurren a mi alrededor sin orden cronológico y no consigo comprender que pasa. Tumbada en la casa de Jack, creo entender que Dylan y el ciego ya tienen las habichuelas mágicas. Solo queda plantarlas y esperar a que crezcan. Mañana por la mañana, si todo va según lo previsto, treparemos por ella hasta las nubes, donde debería haber la casa de un gigante.

A la mañana siguiente ...

Por fin mi cabeza empieza a funcionar con mayor claridad. Aunque me siento tullida, puedo andar si no es con mucha prisa. A fuera, todo ha sucedido tal y como dictaba el cuento. Eso si no tenemos en cuenta los 3 forasteros y media docena mas de desconocidos que no se que carajo pintan aquí. Pero creo que tienen algún tipo de trato con Dylan Wolf.

Trepamos por las enredaderas de la colosal planta hasta llegar a las nubes. Sobre las que podemos andar como si se tratara de un gran colchón emplumado. Junto con toda la comitiva seguimos un camino en mitad del blanquecino paisaje que nos lleva directamente a una casa. Una enorme casa que, indudablemente, sus habitantes deben medir mas de cuatro o cinco metros. Es cuestión de interferir lo menos posible en el cuento. Por eso mismo solo Jack se acerca a la casa para cumplir su cometido mientras los demás esperamos al acecho desde una distancia prudente.

Pasan las horas y a lo lejos aparece una silueta. El gigante ya llega. Su estatura no nos decepciona, es tan alto como cabía esperar por el tamaño de su hogar. Pasa cerca de nosotros sin percatarse de nuestra presencia y finalmente se pierde tras el umbral de su casa.

Mas o menos una hora después, unos enfurecidos gritos rompen el silencio del cielo. Todos nos asomamos para ver que ocurre. Justo a tiempo de ver como Jack sale corriendo de la casa con la gallina de los huevos de oro, la arpa mágica y el saco de monedas. No muy lejos, tras sus pasos, el mismo gigante que había pasado un rato antes, se asoma lanzando improperios que no consigo reconocer. Jack no detiene para nada su carrera hacia el tallo de habichuelas, destino a su propia casa. Los demás aprovechamos la distancia que separa al gigante y al pequeño Jack, para interponernos en su camino.
El gigante esta furioso y no muestra compasión alguna. Usando sin contemplación toda su fuerza, destroza un par de los matones que nos acompañan y se muestra impasible ante nuestros ataques. De repente, Dylan da la señal que habíamos acordado. y los tres aprovechamos el caos de la escaramuza para arrancar a la carrera hacia fierra firme.
Descendemos a gran velocidad y en pocos minutos nos plantamos en el suelo. Debidamente, ya teníamos algunas hachas preparadas a mano y resulta fácil cortar la planta de raíz, que se desploma al suelo con una estridente caída. Tras levantar la vista al cielo, podemos comprobar que no hay rastro ni del gigante ni los extraños acompañantes que había contratado el fuma-hiebas.

El trabajo aun no esta por acabar. Una voz que me resulta familar, la escuche mientras permanecía semi-inconsciente, nos da la bienvenida con nuevos insultos y amenazas. Una bruja vodacce, seguramente Filipa Villanova, nos augura mal porvenir y bla bla bla. Por suerte el ciego también esta cansado de charlatanerias y su puñal se clava en el pecho de la mujer, hiriéndola gravemente. Filipa, derrotada, se desploma al suelo.

Jack y su madre están a salvo, el cuento supuestamente esta acabado ... pero algo falta, pues seguimos aquí. Ambos capitanes, debaten que debemos hacer para volver con el resto de la tripulación. La idea de que Filipa, aun viva, sea la causa de que sigamos aquí, no tarda en surgir. La solución es clara, pero ni el fuma-hierbas ni el ciego tienen las agallas para hacer nada. Barborrean entre si, buscando alternativas absurdas o ideas extravagantes. Me sacan de mis casillas cuando se ponen así. Con lo que no me queda mas solución que coger yo misma la pistola de Dylan y tras encañonar la sien de Filipa ... *booom* ... sus sesos se esparcen por el suelo de la cueva.

Las dos estatuas que había en la cueva ahora son de carne y huesos. Alan Grey yace muerto con un puñal clavado en su barriga. El cuerpo de Filipa esta al lado, con el rostro cubierto por su cabello ensangrentado. Devuelvo la pistola, aun humeante, al capitán.

De camino de vuelta al barco, me sorprendo a mi misma. Debo admitir que tengo un problema con mi temperamento, especialmente después de "esos días". Pero aun así, me contengo para procurar no hacer mucho daño. Nada que no pueda arreglarse con unos días de reposo. Sin embargo, esta vez, es la primera que mato a una persona a sangre fría. No solo eso. Si no que además, si ahora mismo pudiera volver atrás, haría exactamente lo mismo. Creo que tengo que tener una charla con el Padre Diego.

Cuando llegamos con el resto de la gente, nos saludan y se alegran de vernos. Especialmente al fuma-hierbas y al ciego, que vienen cargados con un pequeño baúl y un extraño objeto que no se muy bien de donde han sacado.


8 de septiembre de 2007

Sesión III (conclusión)


Se que aun falta completar la entrada del blog, pero ya puestos aprovecho para reclamar algunos datos que podría dar el master en cuanto pueda.
Por un lado, no hay fechas. Tampoco es que necesite saber exactamente día, hora y minuto en la que pasa cada cosa. Pero si saber si un viaje dura 3 horas o 4 semanas.
Le pedí también al master si podía poner nombres a los marineros (solo falta bautizar unos 5 o 6). Especialmente para poder nombrarlos en los blogs y no tratarlos como "anónimos pnjs". Que solo somos 10 en el barco, conviviendo mas de 1 año, y ni nos conocemos.
Por acabar esta un supuesto correo electrónico que recuerdo que dijo que me mandaría. Solo se que es algo de "Tengo que mandarte algo del 'Mortero' que seguramente cambiará un poco tu opinión al respecto". Pues por ahora ... supongo que no debe de ser nada importante.

¿ Respecto la sesión ? Pues esta tercera me pareció algo mas floja que las demás. Le faltó un poco de gancho (y no me refiero a combates). También hubo poca interacción social y ... vamos, como que me pareció que en todo momento la sesión entera fuese un "impás" entre escenas interesantes de una película. Como esas escenas ligeramente insulsas que a veces ponen en las películas. Que parece que solo son para cerrar algunos apuntes del argumento o para rellenar minutos de metraje.
Pero en general no hubo mucha chica. También esta el tema ese de los cuentos y la magia avalonesa, que francamente, me parece demasiado infantil. Lo de las hadas, duendes, la caperucita roja y Jack y las judías mágicas me resultó algo chocante y absurdo. Supongo que tengo que hacerme con la idea

El dibujo de esta entrada, lo saqué mas o menos de una referencia de internét. Se me dio por dibujar y salió eso. Una vez acabado me dije "Pues no esta tan mal". Así que lo cuelgo. No tiene relación alguna con ninguna escena ocurrida con el personaje (al menos ha ocurrido hasta el momento). Es simplemente un "pinup" para decorar.


Sesión III-B


A nado, vamos empujando la cargada barca hacia la isla. Desde encima, el arrecife de corales se ve claro y tan cercano que seguro que si lo intentase, podría ponerme de pie sin quedar completamente hundida. Dando un últimovistazo hacia atrás, veo el barco hundiéndose y lamentándose con sus crujidos agonizantes mientras la mar lo engulle.

Nos dirigimos hacia una gruta que oteamos desde lejos. Donde esperábamos meternos con el barco antes del accidente. La gruta, es como una especie de profundo canal con acantilados de roca a banda y banda. En mitad de este, una imponente puerta de metal barra el paso e impide cualquier entrada por la fuerza. Junto con Mortero, trepamos por el acantilado hasta acceder a una de las torres laterales, desde allí, no resulta complicado abrir las puertas lo suficiente para que nuestra improvisada embarcación pueda pasar.

Una vez dentro, me introduzco a nado y con sigilo para anticiparme a cualquier peligro que pudiera haber. Pero solo hallo una gran cueva natural en donde reina el silencio y el abandono junto con un pequeño muelle y un barco que están viendo pasar los años. Cuando todo parece seguro, los demás se adentran en la cueva y teniendo en cuenta nuestra situación y que este barco parece abandonado, los capitanes ordenan a algunos marineros empezar a comprobar el estado del navío y a prepararlo por ser usado. Por otra parte, en Capitán fuma hierbas, el ciego, Mortero y yo; nos introducimos con la tenue iluminación de una luz de aceite, por las grutas de la cueva en busca de su salida. En su lugar, damos con un montacargas que nos eleva hasta la superficie, en una especie de almacén donde sigue campando a sus anchas el abandono precipitado del lugar. Herramientas cubiertas de polvo encima las mesas, cajas a medio mover y todo listo como si en cualquier momento tubieran que volver los jornaleros para seguir con su trabajo.

Desde fuera el almacén, la aldea sigue la misma tónica. Todo ? No, una casa en la distancia da señales de vida en forma de humo emergente de su chimenea. Dejando a Mortero atrás para cuidar del almacén si hay problemas, nos acercamos al acecho. No estamos a tiempo de mirar por la ventana que un niño se da cuenta de nosotros y arranca a correr por las calles y perdiéndose rápidamente en el bosque. Lo que ese chaval no sabe, es que mis piernas son algo mas que unas simples piernas largas. No resulta complicado darle caza cuando se esconde tras un árbol. Lo rodeo y me plano delante de él, justo cuando un destello luminoso me ciega. Recupero rápidamente la vista para ver alguna cosa revoloteando delante de mi y sin dudarlo lo agarro de un precipitado manotazo. Es una hada, mas bien, su homónimo masculino.

El capitán Wolf es la única persona que no se extraña lo mas mínimo por mi hallazgo cuando lo muestro a los demás, supongo que tendrá algo que ver con su delirante cultura fantasiosa cultura. Atendiendo a su petición, lo suelto para poder "charlar mas cómodamente". La extraña criatura nos cuenta que ella no es de este mundo, que proviene de lo que nosotros llamamos "cuentos". Parece que todo tiene que ver con los antiguos sucesos en esta isla. Los mismos hechos que perturbaron tanto a Sebastién Montfort.
En esta isla, Sebastién Montfort y su socio Alan Grey, no tardaron en averigurar que había algo mas que plomo par explotar. Consiguieron descubrir reliquias de antiguas civilizaciones olvidadas. Ello atrajo la atención de una vodacce, Filipa Villanova. No comprendo muy bien como fueron las cosas, pues siempre que se mezcla la brujería de por medio, los hecho toman unos rumbos que escapan a mi entender. Solo me queda claro que tras una disputa por avaricia entre Filipa y Alan. El mundo de los cuentos y el real quedaron extrañamente unidos. Ahora, Filipa permanece atrapada en el mundo de los cuentos y esta distorsionando y destrozándolos desde dentro, en un vano intento de escapar de su prisión de fabula. El duende, se quedo encerrado aquí, en nuestro mundo.


2 de septiembre de 2007

Sesión III-A


Tarde del Día 8 de Julius del 1.669

El barco no es muy grande que digamos, pero parece manejable y apropiado a nuestro reducido grupo. Que contando a Juan, del Castillo, alcanzamos la cifra de 10 personas. No es que Juan tuviese mucho empeño en venir, pero viendo como ha quedado su hogar y que seguramente la guardia montaignensa no se dará por vencida ... Se queda con poca posibilidad para la elección.
Ponemos rumbo hacia el último hogar conocido de Sebastién Montfort, el único superviviente conocido de la Isla del Diamante de Sangre. Dejando atrás la Isla de la Montaña Vacía, el nuevo capitán Juan le dedica un pesaroso vistazo mientras su rostro parece que se pregunta a si mismo, si no esta ya muy viejo para eso.

Día 11 de Julius del 1.669

Hemos estado charlando esta mañana entre los marineros. Efectivamente, hace ya más de un año que unimos nuestras vidas al Ciego y el capitán Wolf. Sin embargo, aun no hemos visto ni un gremial. Y eso que en nuestra huida de la prisión, nos llevamos de recuerdo un pequeño cofre lleno de monedas.

Un par de horas después ...

500 gremiales mas ricos, toda la tripulación recupera de nuevo su júbilo. Especialmente porque estamos a escasos días de tomar tierra y entre los marineros ya fantaseamos en que vamos a gastarnos nuestra pequeña fortuna.

Día 14 de Julius del 1.669

Vino montagneinse ... estos afeminados saben hacer un buen vino, debo admitirlo. - Hey camarera ! Mueve tu trasero hasta aqui, y que sea con otra jarra de vino !! - Ligeramente ebrios por el alcohol y las monedas rebosantes de nuestros bolsillos, nos echamos unas copiosas risas. Bromeamos de los que solo poner los pies en seco, les han faltado piernas para ir a la casa de "señoritas".
Entre tragos, chistes malos y anécdotas que cambian cada vez que las cuentan, veo un apuesto muchacho un par de mesas mas allá. Nuestras miradas se cruzan fugazmente una y otra vez. Sin embargo, y se que me voy a arrepentir en las frías noches a altar mar, pero ahora mismo no me siento jugetona y solo me apetece saber como acaba la el chiste de las monjas que recogían setas en el bosque.

La llegada de El ciego y Dylan Wolf es recibida con vitoreos y levantando nuestras copas a modo de saludo. Supongo que no me habría alegrado tanto de haberlos visto de saber que querían que les acompañara a ver la familia de Sebastién Montfort.
Con al espíritu un poco exaltado por el alcohol, me despido de mis compañeros como si se me llevaran presa y posiblemente no volviera a verlos jamás. Abrazos, besos y un lloro que finjo lo mejor que me permite la incontrolable risa. Me despido de todos los de la taberna lanzando besos al aire, y en particular alguno hacia ese chico, que molesto por no conseguir su propósito, gira la mirada hacia otra parte despectivamente - ¿ Pero ? ... ¿ Sera estúpido ? ¡¡ QUE TE FOLLE UN PEZ !! ¡¡¡ IMBÉCIL !!! - le grito ya desde la calle.

De camino hacia las afueras, me doy cuenta que quizás he bebido mas de la cuenta. Aun me faltan un buen montón de copas para decir que voy borracha, pero si que me siento eufórica, radiante y con un ligero problema para controlar mi volumen de voz. Cuando me dicen que tenemos que ir a hablar con la familia Montfort, respecto al fallecido Sebastién, intento centrarme, con mas ganas de éxito.

El caserío de los Montfort deja claro que son una familia bien-estante. Sin dejar de ser una casa plebeya, su tamaño, los jardines que la rodean e incluso el porte del servicio que nos atiende, no deja margen a la duda. Los negocios les van bien.
Dylan se empeña en utilizar sutilezas y engaños, inventándose no sé que historia para conseguir reunir un poco de información. La verdad es que yo habría preguntado directamente. No estamos haciendo nada malo.
La hermana de Sebastién, nos invita a entrar en el caserío y nos ofrece algunas copas de buen vino. Por mi parte sonrío sin probarlo, para evitar pasarme mas de la cuenta. Hablan largo y tendido, la típica charla rememorando los que ya no están. Acordándose de lo buenos que eran y todas esas cosas. Pero en cuando la mujer habla de "el árbol de su vida" de repente los ojos del ex-capitán se abren en una inequívoca muestra de reconocimiento. - ¿ El árbol de su vida ?, ¿ Eso no es lo que pone en su epitafio ? - pregunta. Su hermana tampoco oculta su sorpresa y confirma la buena memoria de Dylan Wolf. Bajo ese viejo árbol centenario, es donde Sebastién jugaba a menudo, cuando era un chico despreocupado.
Después de esto, nos despedimos con cortesía y a juzgar por las miradas que me lanzan, supongo que acabo de levantar la voz un poco mas de la cuenta. Maldita sea, por un par de palabras que digo, y meto la pata.

De camino de vuelta a la taberna me siento triste. Frustrada conmigo misma. Me veo estúpida y patosa. Supongo que es lo que se dice "una mala ronda". El vino, a la larga, siempre me aflige.

En la taberna, los chicos ya están mas ebrios que cualquier otra cosa. Por suerte quien nos interesa ahora mismo, resiste el vino como si fuera agua bautizada. Mortero se muestra curioso cuando le reclamamos, pero no tarda ni un segundo en soltar su jarra y levantarse, incluso antes de saber que se le pide. Esta claro que ha servido de alguna forma u otra en el ejercito. En realidad, solo nos necesitan a ambos para cavar un hoyo. Genial ...

Esa misma noche ...

El día había estado precioso, observabas el horizonte y era como mirar un cuadro bellamente pintado. Todo estaba en su lugar para construir en conjunto una especie de poesía visual. Pero la noche ... como si quisiera intimidarnos, nos acecha impasible, con la luna llena en lo alto del firmamento. El viendo frío soplando y silbando caprichosamente a nuestro alrededor, mece las hojas de los arboles. Creando una incomoda coreografía de sombras danzantes y sonidos extraños.
El árbol resulta inconfundible, tal y como nos dijo la hermana de Sebastién, al final del camino, junto al arroyo, un gran roble centenario.

Montaña se queda mirando a Dylan y El ciego, quienes parece que vacilan unos instantes mirando a su alrededor hasta que la tronadora voz de montaña rompe con el silencio - ¿ Es aquí donde Mortero debe cavar ?. Joder que vozarrón

Ambos empezamos a picar la tierra, mientras Dylan y el ciego se quedan por los alrededores, vigilando. Si no fuera por esta actitud tan precavida, pensaría que no estamos haciendo nada malo. Pero parece como si los ex-capitanes no pensaran lo mismo.


*KLONK* ... Montaña ha dado con algo. Mientras lo acaba de desenterrar con las manos, los otros dos acuden con mi silbido. Justo a su llegada, mortero deja en el suelo una pequeña caja cubierta aun de arena. Apoyo la pala en el cerrojo y con un golpe seco, cae a pedazos. - No !, Aqui no !!. La exclamación de Dylan casi me coge por sorpresa. ¿ Que pasa ? Ni que tuviera que haber dentro el espíritu del mismisimo LeChuck (un perro ladra a lo lejos). Pero bueno, se le ve tan serio que supongo que el fuma hierbas sabrá de que va. Con una exagerada delicadeza, recojo la cajita y se la entrego.

Por el camino de vuelta todos permanecemos callados. Nos subimos al barco de Don Juan y salvo montaña, vamos a su camarote. Allí el fuma hierbas insiste en que venga el capitán y el Padre Diego. Todo ello para ... para nada. Dentro la caja hay algunas cartas manuscritas que no se leer y ... polvo y ... arena con un guijarro y ... nada mas. Bah, me voy a dormir. Creo que para los próximos meses, le pediré al Padre Diego que me enseñe a leer y escribir el montaignense.

Día 21 de Julius de 1.669

Iniciamos el viaje esa misma noche en la que hallamos la cajita. No se que la pasa al fuma hierbas, pero creo que esta mas paranoico de lo habitual. A ninguno de la tripulación nos hizo mucha gracia eso de partir a media noche ... que le vamos a hacer, quien da la pasta, da las ordenes.
Los días de travesía van resultando entretenidos. El padre Diego me está enseñando el montaignense escrito, y a decir verdad, es bastante fácil. Siempre se me ha dado bien eso de los idiomas.

Día ? de ?¿?¿? de 1.669

Ahí esta. Para ser francos la visión de la Isla del Diamante de Sangre, me decepciona un poco. Supongo que tantas historias y misterios, habían dado rienda suelta a mi imaginación. Pero ese islote no tiene nada extaordinario. No al menos desde la lejanía. Ponemos rumbo directo hacia una pequeña cala en la que podremos fondear.

¡¡¡ CORAAAAAAAAAAL !!! - La alerta del vigía es clara y la respuesta del Padre Juan, que se halla en estos momento en el timón, es rápida y decidida, sin embargo ... el impacto contra la barrera de coral es aterrador. El casco cruje y se rompe, lanzándonos a todos por los suelos junto con todo lo que no estuviera debidamente atado. Tras el impacto el barco se balancea nuevamente hacia atrás y si es que alguno quedaba en pie, acaba rodando por la cubierta como todos los demás. Una gran vía de agua se ha abierto en el casco del barco y no tardamos en darnos cuenta que se hundirá en cuestión de minutos. El tiempo suficiente para lanzar el bote y junto con la mayor cantidad de provisiones que podemos salvar, nos lanzamos a l'agua.

No todos podemos subirnos a la barca, a no ser que queramos voltearla o hundirla por sobrepeso.


28 de agosto de 2007

Sesión II (conclusión)


La segunda sesión estuvo interesante y fue algo mas larga que la primera. Lo malo es que siempre se te quedan cosas en el tintero, especialmente de roleo. Sea porque lo olvidas o porque tampoco quieres interrumpir una y otra vez el ritmo de la sesión con tus comentarios. Supongo que para eso mismo van bien los blogs. Puedes recrearte en decir y comentar todas esas cosas que dan profundidad a tus personajes y que seguramente en la partida serian mas estorbo que otra cosa.

También quiero aclarar que Dimuscul me ha comentado a menudo que paso por alto detalles "importantes" transcurridos a lo largo de la sesión. Eso se debe a 3 causas ... :

  • A veces son cosas que Nicolette ignora o no le interesan. Así pues, relatando el blog en primera persona, seria ilógico hablar de cosas en las que Nicolette ni siquiera ha prestado atención. Por ejemplo; Cuando encuentran el cadáver en la gruta de la prisión, Nicolette ve la carta manuscrita, pero ni se agacha a recogerla ni se interesa en ese momento por su contenido. Creo que es uno de los PNJs quien recoge y lee el manuscrito.
  • Me gusta usar el blog para decir, contar y rolear lo que no pude durante la partida. Solo con eso ya me salen unas entradas considerablemente extensas. Para ello, resumo a veces con excesiva diligencia otros momentos que ya quedaron claros en la sesión. Aquí me limito únicamente a recordarlos por lo alto, sin mas.
  • ¿ Porque negarlo ? A veces realmente olvido y paso por algo algunos detalles importantes.

Con eso, quería subir nuevamente las hojas de personaje. Actualizadas con los últimos puntos de experiencia invertidos (seguramente en mejorar la Maña y alguna que otra habilidad). Pero, el máster aun no ha repartido los puntos. Pues que toca esperar.




Sesión II-C


Esta bonito el paisaje desde aquí. Se puede ver la mar y la villa donde nos hospedamos. Hace un poco de viento y el cielo continua despejado. De fondo, aun oigo el capitán Dylan y Don Juan. No me entero de una sola palabra, pero creo que el avalonés tampoco suena nada mal. Aunque creo que carece de ese carácter duro que tiene el eiseno o la malicia, casi burleta, que desprende el vodaccio. Aunque el mejor es el montaignense. Así como sacando morros y lanzando besos al aire. Por mucho que alguien intente insultarte, si lo hace en el ridículo lenguaje, solo logrará generosas carcajadas.

- Vaaaaya vaya vaya ... después de todo, era verdad - mira, hablando de montaignense ... y por cierto, ¿ de quien carajo es esta voz ? - Tu verdadero nombre es "Juan", "Don Juan de Castillo" nuestro querido Juan. - ¿ De donde han salido estos ? Una docena de hombres de la guarda montaignensa, están a escasos 30 pies de nosotros. - No sabes cuanto tiempo he estado esperando confirmar mis sospechas ... Apresadlos. - Esta última palabra la suelta con un afeminado gesto de mano, que supongo que intentaba parecer despectivo. Como perros bien adiestrados, sus hombres, se nos echan inmeditatamente encima. Pero aprovechando la ventaja de la distancia, nos encerramos en el molino.

Don Juan dice algo, aun hablando en avalonés y el Padre Diego le sigue. Tras sus pasos, también va el capitan Dylan - Oh si !, venga !!, ya se encargará "alguien" de pararlos, ¿¡ verdad !? -. Aquí solo quedamos yo y el ciego, aguantando las acometidas de la guardia que intenta derribar la puerta. Nos miramos aun aturdidos, preguntándonos como hemos pasado en 30 segundos de contemplar un apacible paisaje, a esta situación. Finalmente el ciego se aparta y desenvaina su estoque. Yo también me aparto y busco alguna cosa con la que aporrerar cráneos montaigneses. Un atizador para las brasas !! .. No es un poco corto. ¿ Quizá esa correa de goma ? ¿ o esa escoba ? ... se rompería con facilidad. ¿ Una paella de mango largo ? ... *CRACK* .. La puerta cede ante las embestidas de la guardia, no hay momento para dudas y les arrojo lo que tengo en ese instante mis a mano. El saco de harina vuela por los aires y estalla a sus pies formando una densa nube blanca. El ciego se lanza al ataque con su estoque y el primero de los desafortunados guardias se desploma manchando el suelo con su sangre. Paella en mano, de repente se monta una escaramuza de las buenas. Golpes y porrazos en todas direcciones. Pero con mas ganas de pericia acabo quedando al margen. No hay duda de que estos son guardias bien entrenados y no como los que había en la prisión de la isla de la huella.


Falta completar la entrada. Así por lo alto ... el combate se acaba. El capitán Wolf tiene su propia escaramuza con un malo-maloso que lo deja hecho una braga y ... el molino queda tan destrozado que Juan se une a nosotros. O nosotros a él, que a fin de cuentas el barco que usaremos es suyo. Las isla del diamante nos aguarda !


27 de agosto de 2007

Sesión II-B



El despacho del director Gerard Martin tampoco es para tanto. Al menos si eres un reí o algo parecido. Solo el pisa papeles de encima la mesa vale un par de años del sueldo de un marinero. Sin embargo, mis ojos no están ahora para disfrutar de los brillos del oro y la plata.
La trampilla esta justo donde le habían dicho al Padre Diego, debajo la mesa. No resulta difícil hallar,a cuando sabes donde buscar y cuando tampoco se ha cansado mucho en ocultarla.
Únicamente con la luz de una linterna que he rapiñado del despacho reinicio la marcha a gatas a través de la trampilla. Tras de esta esta un estrecho pasillo excavado en la roca, aprovechando grutas naturales.

A algo mas de 250 yardas, una eternidad cuando estás escapando a cuatro patas, la gruta da paso al techo una pequeña sala. Desde aquí, podemos vislumbrar en la penumbra un cuerpo ya consumido hasta los huesos, que yace en el suelo. Parece ser algún desafortunado preso que siguió nuestro mismo camino, mucho tiempo atrás. Pero que lo hizo a ciegas y acabo con una mala caída. Entre sus escasas pertenencias, resalta una frágil carta manuscrita que aun subsiste atrapada por los huesos del desafortunado fugitivo.

Sigo descendiendo por la gruta hasta que ... ¡¡ Agua !!. Corro hacia ella y cuando me cubre hasta los muslos me tiro de cabeza.

Lleno mi pecho de aire y cerrando los ojos me dejo flotar. Es salda ... ¿ Cuando hacia ya que no notaba ese sabor ?. Por unos instantes gozo de la mayor sensación de libertad que he tenido jamás. El agua me mece dócilmente como si fuera un bebe en su cuna. Y dejo que hasta el último rincón de mi cuerpo se estremezca, quejándose, no sin razón, de lo deliciosamente fría que esta.

Diez mil años después ...

A veces no sabes porque, pero eres consciente de cuanto eres el centro de atención. Este es uno de esos momento. De reojo veo varias personas que me miran extrañadas ... ¿ Que pasa ? ... Veeenga, si en el fondo todos deseáis hacer lo mismo.
A pesar de todo, no hay tiempo para caprichos personales. Dylan y el ciego están llegando (¿ Se han retrasado ?). Bueno, supongo que en realidad solo han pasado diez mil años en mi cabeza.
Me sumerjo y nado a tientas hacia un rincón oscuro del que se puede apreciar perfectamente como llega el oleaje. Tras una estrecha gruta de pocos metros salgo al exterior.

El cielo esta teñido azul-gisáceo-oscuro-casi-negro y el rugido de la tormenta resulta estremecedor. Las olas estallan con la fuerza de cien demonios contra el acantilado casi no me deja ni respirar. Consigo afianzarme en un pequeño hueco en la pared de rocas, que a su vez me protege parcialmente de ese entorno tan poco hospitalario.
Una nueva cabeza aparece en a escasos metros de mi. Uno de los marineros de la tripulación. Al igual que yo permanece confundido unos segundos antes no oye mis gritos y se agarra como un berberecho a la piedra. El tercero y el cuarto hacen lo mismo. Seguidos por el Padre Diego, el ciego. El quinto y sexto marinero tardan un poco mas y cerrando la lista, el fuma-hierbas.

Permanecemos unos instantes indecisos antes el holandés no consigue ver, a unos lejísimos 150 pies, una pequeña cueva. Aferrados a las piedras como si nos fuera la vida en ello, y a decir verdad, nos va la vida en ello, conseguimos llegar en el mismo orden al nuevo refugio.
Aquí estamos bien protegidos de la tormenta y podemos descansar en una escasa superficie de tierra que permanece ocupada por una barca mohosa, que sin lugar a dudas, lleva aquí bastante tiempo. Por lo que dice el holandés, ese bote estaba aquí esperando al incauto que hemos hallado antes, en la gruta. En el manuscrito que había en su huesuda mano, lo decía en un mensaje oculto. El capitán Don juan de Castillo, el remitente del manuscrito, indicaba la situación de este bote y citaba a su hermano para que se encontraran en la "Île de la Montagne vide" cuando lograra escapar.
Dentro la barca, bajo la única protección de una maltrecha manta, hay todo lo necesario para una evasión detalladamente planificada. Remos, un mapa con su brújula, y una considerable cantidad de víveres. Desgraciadamente, solo un poco menos de la mitad, no ha sido despiadadamente devorada por los hongos.
Por lo que parece, Dylan y el ciego se han retrasado en el despacho del director, porque buscaban algo, y lo han encontrado. Con ellos llevan un pequeño baúl que pesa mil demonios. Mas o menos pesa como si en su interior hubiese un montón de monedas.

Repentinamente el capitán fuma hierbas aparece con otra de sus brillantes ideas. Dando un par de palmadas - Venga, ¡¡ vamonos !!, Empujad el bote ! Asegurad la carga ! Preparaos para lo mejor !.
- ¿ Que ? .. ¿ Tu estas tonto ? ¿ Has visto la que hay ahí fuera ? Este bote esta podrido, incluso podemos romperlo si no nos montamos a él con cuidado !.
Nada ... debo ser que soy la única persona a quien le parece una soberana estupidez lanzarse a la mar con "eso" bajo los pies y con la tormenta que aun nos aguarda a fuera. Personalmente no me preocupa mucho, me he bañado en situaciones mucho peores. Pero no por ello me apetece lanzar por ... Vale, veo que no hay alternativa, el bote se va con o son mi.

El ciego empieza a dar ordenes a los remeros para ir esquivando las rocas y ... no tardo en averiguar que había subestimado el bote. El batacazo que nos llevamos cuando una de las olas nos lanza contra las rocas es aterrador. La madera cruje y se abre una grieta. Sin embargo, aun sigue manteniéndose de una sola pieza. El segundo intento para cruzar el muro de piedras, el batacazo es mas leve, pero no por ello el bote se resiente menos. Creo que con un poco de suerte nos hundiremos pronto, cerca de tierra firme.
- ¡¡¿ Que es eso ?!!, ¿ Lo veis ? - grita uno de los marineros señalando hacia el acantilado. Mas allá de la cortina de lluvia y en la mitad del escarpado muro de rocas, alguien esta descendiendo hacia el mar. A juzgar por la anchura de su espalda, se trata de la "montaña de mala uva". ¿ Aun sigue vivo ?
- ¿ Pero como puede bajar por ahí ? Se va a matar.
- Que no, tu has visto como se mueve. Ese tío llega abajo sin problemas.
- Seguro.
- Yo creo que si.
- Anda ya, ¿ que te apuestas a que se cae ?
- ¿ Que estoy haciendo ? Apostando dinero que ni siquiera tenemos.
- ¿ Que se va a caer ? Que te digo que no.
- Vale, pues 5 gremiales a que se mete un leñazo contra el agua !.
- Acepto.
- Y yo.
- Muy bien, 5 gramiales a que no cae.
- Yo también !!.
- Pues yo creo que se cae, contad con mis monedas !
- El ciego también se interesa repentinamente por el juego.

Es curioso, pues de repente parece que incluso la tormenta se detiene para observar el descenso de "montaña" por la montaña. El jodido bastardo se le ve apurado, pero paso a paso va acercándose cada vez mas a hacerme perder 5 gramiales. Caete, caete, caete, caete, caete, ca... CAYO !!! En los últimos 40 pies una enorme roca mas grande que él se desprende mandando directamente 35 imaginarias moneds a mi bolsillo !
Dylan Wolf da ordenes de acercarnos a "montaña" para recogerlo. Yo solo espero que haya consumido ya hasta la última gota de mala leche contra los guardias.
Cuando llegamos junto él, le ayudamos a subir y con solo su mano me agarra el brazo entero. Repentinamente la barca da un brusco balanceo y casi se me cae encima. Va de poco que no me aplasta la pierna con su rodilla. Joder, en la prisión no me pareció tan descomunalmente grande.
La tormenta ya ha sido suficientemente clemente con nosotros y ahora arremete con mas furia que antes. El bote se mueve a merced del olaje y las ordenes de el ciego son confusas e inapropiadas. Otro golpe contra las rocas nos tumba practicamente a la mitad y el crujido de la madera lo ha dicho alto y claro esta vez. Un golpe mas y me parto. A babor !!!, ¡¡¡ Remad !!! AAR !!!! .. ARRR !!!, VENGA !!!. Todos seguimos las instrucciones, pero esta no es la voz de el ciego. Es el Padre Diego quien esta guiando nuestros movimientos. La barca se dirije directo a unas afiladas rocas. ¡¡ Vamos a chocar !!. La sacudida nos agarra por sorpresa, el mismo oleaje que nos lanzaba a las rocas nos has desviado repentinamente por su derecha. !! SEGUID A LA PAR !!! ¡¡ REMAD !!.

Amanecer del día 4 de Julius de 1.669

Agotada, como todos y con la cabeza sobre la barriga de no se quien, puedo ver el cielo despejado. El bote se balancea por el suave oleaje de fondo y ahora mismo lejos ha quedado la tormenta, la isla de la huella, la celda y las dietas de sopa.
Ademas, quien iba a decir que la extensa lista de aptitudes del Padre Diego de Orduño, se le podía añadir la de navegante. Nadie que hubiese visto como manejó el bote en ese laberinto de rocas podrá dudar de ello, jamás.

Día 6 de Julius de 1.669

¡¡Tierra !!

Todos nos ponemos de pie para verlo con nuestros propios ojos. Ahí esta. La Isla de la Montaña Vacía.

Atracamos en el muelle y abandonamos el ruinoso bote bajo la atenta mirada de los curiosos. Un pequeño bote que nadie comprende como aun flota, atestado de andrajosos personajes y además todos sonriendo como se acabasen de hallar el paraíso. Debo admitir que yo también lo miraría.

Unas horas después ...

La verdad, es que no me considero una chica excesivamente presumida. Bueno, vamos a ver, lo normal ¿ no ? ... Es verdad que me agrada estar limpia y cuidarme el un poco el pelo. Me gusta lucir la piel bronceada en cubierta y libre de ese ordinario bello. Incluso, me permito a veces el capricho de pintarme las uñas de rosa intenso. ¿ Pero hoy ? Hoy mi cuerpo me pedía algo mas. Voy a comprar Esencia de Perfume.
¿ Que cuanto ? ... ¡¿ 150 gramaiales por ese potaje de vómito de abeja ?! por muy bien que huela, te lo puedes ir metiendo por donde te quepa !
Menudo timo. Y a pesar de todo, entre una cosa y la otra, al final me he gastado un dineral.

En la taberna ya están casi todos. Al llegar veo que algunos rostros se giran hacia mi y me miran. Aprovecho que tengo que dar la vuelta a la mesa para sacar pecho e intento "lucir la mercancía" ... ¿ Que pasa ?, admito que veces me gusta cuando los hombres me miran así. Como intentando adivinar que esconden mis pantalones ajustados. Soy joven y ... Oh venga Padre, deja de reprocharme con la mirada. ¿ A caso eso es tan malo divertirse un poco?.

5 jarras mas tarde ...

Hace ya un montón de rato que estamos aquí sentados. Nos hemos dado un gran festín. Riéndonos, contando historias o inventándolas. Bebiendo todo cuanto cae en nuestra jarras y disfrutando un poco de estos pequeños placeres que tanto tiempo nos han sido arrebatados.

El Padre Diego de Orduño es un buen orador. Y tras las apropiada dosis de alcohol, no tiene inconveniente en contarnos un poco su vida. En sus inicios fue un corsario de Castilla, pero de eso hace ya mucho tiempo. Lo encerraron la prisión por ser soldado de castilla, y por negarse a trabajar como espía para los Montagneses.
También esta "montaña" con nosotros, aunque él mismo se apoda como " El Mortero". De todos modos, con sus mas de 7 pies de altura y sus 350 libras de peso cubiertos de una gruesa capa de piel llena de cicatrices ... "montaña" no le queda nada mal. Es eiseno, por si alguno no se había dado cuenta. Tiene una extraña forma de hablar, siempre en tercera persona. Como si cuando hablara de él mismo, lo hiciera desde fuera. Dice que es, o que fue, soldado y mercenario. Pero hay algo en su porte que delata que fue algo mas que "un simple soldado". De todos modos, debo admitir que lo juzgué mal en la prisión. Cuando no esta furioso, tiene extraño encanto infantil, hasta cierto punto adorable.
Los demás marineros han ido contando también sus pedacitos de vida, hasta que de repente - ¡ Bueno Nicolete ! ¿ y tu que ? ... ¿ Se puede saber como tu trasero acabó a las órdenes de nuestro capitán ? - ha llegado mi turno.
- Ja ja ja ... Bueno, pues no hay mucho que contar. Recuerdo que nací en ... que yo ...
Están todos están mirando hacia mi, esperando y viendo la estúpida sonrisa dibujada en mi cara cuando me descubro a mi misma, como si estuviera pasando las hojas vacías de un libro. No es que me pille por sorpresa, pero ya había olvidado que lo había olvidado. Hasta ese segundo de mi vida, nunca me había parecido tan grande ese vacío que hay en mi memoria.
- ... bueno yo ...
- Jo jo jo ... ¿ Que te pasa ? ¿ Estas tan borracha que no puedes ni hablar ? Pues si es así, con tu permiso, permitidme que os cuente cuando ...
- El Padre Diego de Orduño, es el primero en darse cuenta de ello y me rescata desviando la atención hacia otro de sus relatos. Al que sumida en mis propios pensamientos no logro prestar atención.

La velada continua sin desfallecer en risas y diversión hasta bien entrada la noche. Acabando cuando uno tras otro, vamos cayendo victimas de unas mas que evidentes borracheras. Bueno, practicamente todos, menos el maldito afeminado. Que debe de tener un hígado de hierro.

Por la mañana del día 7.

Ouch ... mi cabeza ... duele. En estos momentos de la resaca, siempre me prometo no volver a beber.

Creo recordar que ayer llegando aquí, vi una pequeña cala no muy lejos en la que, con un poco de suerte, podré gozar intimidad. Pensándolo bien, es un poco absurdo. Mas de un año encerrada en una celda y ahora mismo solo me apetece desperdiciar el día entero tumbada en la arena sin hacer absolutamente nada.

Por la tarde, ya anocheciendo, me reúno con el resto. Ya no tengo resaca, pero a cambio me duele todo, hasta detrás de las orejas. Tantos días a las sombra me han dejado la piel mas sensible que el culo de un bebe, y no lo he tenido en cuenta. Parezco una jodida gamba.

Por otra parte, el ciego ha logrado aprovechar mejor el día que algunos de nosotros. Un hombre diligente, no esperaba menos de él. Parece ser que el capitán Juan de Castilla, el remitente de la carta que hallamos en nuestra huida, vive aun en esta isla. Podremos encontrarlo en un viejo molino no muy lejos del villa. Junto con una copiosa cena, acordamos que mañana a primera hora, los capitanes Dylan y el ciego, el Padre Diego y yo, vamos a visitarle. En otras palabras, esta noche nada de alcohol. Que fastidio.

Día 8 de Julius del 1.669

La verdad es que el molino no esta muy lejos, pero es todo cuesta arriba y nos resentimos un poco de nuestra falta de ejercicio. Cuando por fin llegamos a destino, comprobamos con nuestros ojos que realmente el molino no esta precisamente en óptimas condiciones. A pesar de mantenerse dentro lo que se puede considerar como "habitable", esta claro que tiene sus años y que quien en mora en su interior no ha puesto mucho empeño en remediarlo.

Llamamos a la puerta y tras una breve espera aparece un hombre entrado ya en años, de mirada ligeramente cansada que nos mira con cierta desgana pero manteniendo la educación. Todos dejamos al Pedre Diego de Orduño tomar la iniciativa, a fin de cuentas es pero eso que vino.

El rostro de Don Juan de Castillo va reflejando perfectamente sus emociones. Primero desconfianza seguido de sorpresa, después la tristeza de confirmar sus temores respecto su hermano y finalmente la cruda aceptación de la realidad.
Llegados a este punto, El padre Diego se queda en silencio y todos respetamos su tiempo. Cuando transcurridos unos segundos, Don Juan ver que aun estamos allí, presupone acertadamente hay otros asuntos que también queremos tratar.
Esta ves es el capitán fuma hierbas quien se dirige a Don Juan son su incomprensible avalonés. No entiendo nada, pero se a que hemos venido y reconozco las palabras "Isla del diamante de sangre".